Prólogo e Introducción. Historia de la literatura de la Nueva Granada: desde la Conquista hasta la Independencia (1538-1820)

Abstract

Si bien este material ya fue comentado en la sección de historias de la literatura colombiana, los dos primeros escritos presentados bajo el título de ""Prólogo"" e ""Introducción"" se constituyen en verdaderos manifiestos sobre la concepción de la historia literaria y los principios de la historiografía que en Colombia tendrán vigencia hasta mediados del siglo XX. El ""prólogo"", escrito por el antropólogo Manuel Ancízar, tiene como objetivo presentar la obra de José María Vergara y Vergara desde la perspectiva de quien ha participado en la comisión coreográfica de Agustín Codazzi en 1850 y autor de Peregrinación de Alpha por las provincias del norte de La Nueva Granada en 1850-1851. Lo anterior explica que en su prólogo haga énfasis en la afirmación de que la literatura ocupa un lugar importante en la conformación de la nacionalidad colombiana y, en consecuencia, forme parte de la historia política. De ahí que manifieste la originalidad de los autores neogranadinos, su espíritu investigativo y, sobre todo, su actitud revolucionaria que los convertiría de intelectuales a publicistas. La magnitud del trabajo de José María Vergara y Vergara para Manuel Ancízar es considerada a la altura de la mejores obras de historia política, por el ""valor intrínseco"" de las ideas que dan prueba del progreso intelectual que posibilitaron las transformaciones políticas y sociales efectuadas desde 1810. En definitiva, para Ancízar el trabajo de Vergara y Vergara es fundamental para una futura historia de la inteligencia nacional que, necesariamente, está por escribirse. Por su lado, Vergara y Vergara hace una presentación de la obra haciendo la salvedad de su carácter inaugural y, por ello, necesariamente incompleto. La ausencia de material con respecto a los estudios de la literatura americana y colombiana lo convierte en el que inaugura los estudios de la historia de la literatura de la Nueva Granada. Desde esta perspectiva es consciente de su labor arqueológica aunque no por eso deja de exponer sus principios metodológicos en la organización del vasto, pero fragmentado material encontrado. De acuerdo con esto, Vergara y Vergara manifiesta que ""todos los hombres notables por su genio son la síntesis y no el paréntesis de una generación"". De ahí que, inspirado por los presupuestos del positivismo, el autor explicite su concepción al manifestar que los hombres excepcionales son el producto de su medio.Esto explica el hecho de que organice el material cronológicamente, acompañado de una noticia biográfica del autor y de sus obras junto, con juicios críticos sobre ellas. No está de más resaltar que una de sus inspiraciones, en términos historiográficos, haya sido la historia de César Cantú publicada en España entre 1847 y 1859. A diferencia del ""Prólogo"" de Manuel Ancízar, Vergara y Vergara establece una diferencia tajante entre los escritos de naturaleza política y los de carácter literario e, incluso, culpa a los avatares políticos y a la tendencia de la política a despreciar todo lo que no sea ella misma, de desinterés por los estudios literarios, de la pobreza en la crítica a tal punto que llegan a rechazar y perseguir a la ""inofensiva tarea del historiador, del anticuario y del literato"". Por ello, pide comprensión a sus futuros lectores, pues la labor realizada en la mayoría de los casos es ignorada cuando no se convierte en un arma de los enemigos políticos: ""Los que nos ocupamos, pues, en estudios históricos, lo hacemos a pura pérdida de tiempo, de dinero y de fama. En reemplazo de tan grandes estímulos, no es mucho si pedimos indulgencia"". Para terminar, es interesante la claridad que tiene el historiador del papel que ha cumplido su obra inaugural en relación con la historiografía literaria. A modo de parábola se presenta como el soldado que ha abierto la brecha en medio de la selva e indica a los que le siguen el camino. Si bien es consciente de su ""trazo vacilante y perdido"", lo cierto es que se ve a sí mismo como el héroe que a costa de su vida ha conquistado un terreno inexplorado. De ahí que afirme: ""Yo soy en mi patria ese soldado desconocido [...] Regreso diciendo que hay una vasta región, de la cual traigo muestras [...] Mi senda está mal trazada: ¡que la corrijan! ¡Que la acorten, si la soledad y la ignorancia me obligaron a hacerla más larga!""