Imagen responsive

Por favor, use este identificador para citar o enlazar este ítem: http://biblioteca.udea.edu.co:8080/leo/handle/123456789/6086
Título : Diego Fallon
Autor : Grillo, Maximiliano (Autor)
Palabras clave : Ensayo;Crítica literaria;Publicaciones periódicas;Revistas literarias;Prensa del siglo XIX
Editorial : Bogotá: Imprenta de La Nación, Calle 15, número 8. Casa editorial J.J. Pérez-Director, F.Ferro.
metadata.dc.description.notes: Análisis y sistematización de información: Gustavo Adolfo Bedoya Sánchez, profesor Universidad de Antioquia. Proyecto: El crítico de lo cultural en las publicaciones periódicas de 1900 a 1960. Una forma histórica del intelectual colombiano (2013-2016). Estrategia de sostenibilidad para grupos de investigación CODI 2013-2014. Investigador principal: Olga Vallejo Murcia. Institución: Universidad de Antioquia: Facultad de Comunicaciones, Grupo de Investigación Colombia: tradiciones de la palabra.
Resumen : Maximiliano es claro al empezar el texto: él se inclina hacia el lado que dice que la literatura colombiana (en su actualidad) no estaba perdida ni acabada. “Lo de lamentar los años idos y hallar siempre mejor lo antiguo si suele ser en determinados casos sentimiento que la razón aprueba, en otros no es más que mera nostalgia del pasado.” (248). Menciona como escritores destacados de la literatura colombiana que aún no han muerto a: Jorge Isaacs; Rafael Pombo que escribe en El Correo Nacional y escribe zarzuela o algo parecido, según Grillo, tristemente no se sirve de sus ideas para escribir; D. Rufino J. Cuervo quien había acabado de publicar su diccionario en castellano; D. Miguel A. Caro que era el único que no producía en esos momentos, pero en sus ratos libres traducía los sonetos de Sully Proudhomme. Menciona rápidamente a: Manuel Marroquín, Santiago Pérez, Emiro Kastos, José Caidedo Rojas, Agripina Montes del Valle, Belisario Peña y por último Diego Fallón a quien pretenden homenajear en el artículo, los modernos escritores de la revista, “miembros insignificantes de la moderna generación literaria.” (249). También hay un grupo de escritores relativamente jóvenes, destaca el autor del texto, que no se nutren ya de las enseñanzas antiguas y acostumbradas, con criterio “canonista y estrecho” (149) como el de Hermosilla, Villemain, Lista, entre otros, sino que se alimentan de las teorías de la crítica de Taine, Bourget, Anatole France, etc. Contemplando una visión más “completa y libre del universo” (149). Existe una crítica en la que se deducen los estados de ánimo de los autores por medio de sus costumbres, por medio de un análisis levemente psicológico, esta crítica busca en los detalles de la obra las raíces que originaron la creación, intentando ahuyentar errores antiguos, viendo las teorías y las obras desde un horizonte o con un horizonte más amplio. “La producción literaria de los miembros de la nueva generación es menos abundante porque es más meditada, en la generalidad de los casos. La sinceridad del sentimiento y la creación consiente son los principales móviles de los poetas y prosistas modernos.” (250). Entre los escritores jóvenes menciona a: Baldomero S. Cano, Eduardo Posada, Carlos A. Torres, Ismael E. Arciniegas, a quienes califica de escritores modernos que se preocupan por lo que publican, lo piensan y pesan en sus cerebros detenidamente, buscan, investigan hasta encontrar las palabras precisas. Según Grillo, no es que intenten derribar por completo las tradiciones sino poner como tema para los modernos los sentimientos sinceros, la tristeza y la alegría del alma y no sentimientos fingidos. “Ya no se canta por cantar ni se componen versos por amontonar rimas.” (250) pues son escritores que hacen el estudio de la naturaleza de manera desinteresada, sin mecenazgo. Se ocupa entonces de elogiar a Fallón. Este escritor, que a ese momento constaba con 60 años había publicado unas pocas poesías no por no ser bueno sino porque tenía una labor asidua, comprometida. La poesía es, para Grillo, sintética y se encarga de condensar las ideas del autor o de la humanidad. Fallon en esta labor ha sido muy sincero y ha desechado frases que no sirven. Fallon es descriptivo por los paisajes que lo rodean y la inmensidad natural, otros poetas que no gozan de esta naturaleza hacen sus poesías concentrándose en sí mismos. La poesía subjetiva es la poesía por excelencia, en la que está Rafael Pombo que se inscribe en la escuela inglesa (uno de los pocos escritores contemporáneos inscritos en ella) en la que se ocupan de pulir el interior más que darle relieve al exterior. En su tiempo presente según lo menciona Grillo, servían más las poesías en las que se dejaban ver las emociones humanas, donde se revelan los estados espirituales de los escritores que las grandes epopeyas. No queriendo decir con lo anterior que la poesía descriptiva de Fallon no comunique algo, no tenga información. Dice un pensador modernista que todo paisaje es un estado del alma, así Fallon ha encontrado estados de su alma en los paisajes que describe, según Grillo. En el poema El Rayo, por ejemplo, se ve como Fallon busca tres idiomas para servirse de las palabras que expliquen lo que desea expresar (inglés, latín, español). De Diego Fallon se sabe que es conservador políticamente pero liberal en cuanto a la tolerancia con los demás, ama a Jesús y estudió en Gran Bretaña ingeniería, es descendiente de irlandeses, en Colombia se dedicó a cultivarse en la música y las letras, enseñó idiomas, nación el 10 de marzo de 1834 en Santa Ana (Tolima).
Descripción : p. 247-255
URI : http://biblioteca.udea.edu.co:8080/leo/handle/123456789/6086
Aparece en las colecciones: SILC

Ficheros en este ítem:
No hay ficheros asociados a este ítem.


Los ítems de DSpace están protegidos por copyright, con todos los derechos reservados, a menos que se indique lo contrario.