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Título : Vida de Porfirio Barba Jacob
Autor : Jaramillo Meza, Juan Bautista (Autor)
Palabras clave : Estudios literarios;Crítica literaria;Literatura del siglo XX
Editorial : Bogotá: Colcultura
metadata.dc.description.notes: Análisis y sistematización de información: Ana María Arango Parra, Filóloga hispanista, Universidad de Antioquia.Proyecto: Memorias y archivos literarios (SILC-Jericó), (2011-2012)Responsable: María Stella Girón López, profesora de literatura, Facultad de Comunicaciones, Grupo de Investigación Colombia: tradiciones de la palabra (CTP), Universidad de Antioquia. Institución: Banco Universitario de Programas y Proyectos de Extensión ?BUPPE- Convocatoria 2011, Vicerrectoría de Extensión, Universidad de Antioquia
Resumen : La biografía está precedida por un liminar donde Jaramillo Meza hace referencia a su amistad y cercanía con el bardo antioqueño, la importancia de su producción en las letras colombianas, sus contratiempos y sufrimientos y el cariño profundo y la gran confianza que el poeta siempre le profesó. El texto está dividido en dos partes. La primera, subdividida en dieciséis capítulos, presenta la vida de Miguel Ángel Osorio Benítez, y aclara, de una vez, la fecha exacta de su nacimiento: 29 de julio de 1883, ya que en muchas antologías y biografías, no sólo nacionales sino también extranjeras, se han observado errores al respecto. En su narración, Jaramillo Meza refiere la relación que el poeta tenía con sus padres, Antonio María y Pastora, y cómo tras haber sido criado con sus abuelos paternos en Angostura, no encontró la calidez de hogar cuando fue a visitar a sus padres a Bogotá, ciudad en la que ellos se establecieron para tener una vida más digna. Más tarde, en La Habana, Barba Jacob le confesará a su amigo jericoano la primera causa de su infortunio: el total desamor que le tuvo siempre a sus padres y el dolor que le causaban los comentarios sobre sus abuelos, a quienes tanto amó. En 1901 fue reclutado al servicio del gobierno conservador como soldado en las tropas del general Julio C. Gamboa. Con el tiempo le fueron asignados nuevos grados militares no por méritos sino por favores personales. Tras muchos meses de penalidades, hambre y fatiga nunca Miguel Ángel disparó un fusil; de esta experiencia, se publicó un relato en el Repertorio Oficial, número 529, el 31 de mayo de 1902, donde narraba los hechos deplorables ocurridos en Santa Rita protagonizados por militantes del partido liberal. En 1904, bajo el seudónimo de Maín Ximénez funda en Bogotá El Cancionero Antioqueño que no tiene acogida. Después de haber amado profundamente a Teresita y haber sido rechazado por su familia, como también de haber muerto su querida abuela, Miguel Ángel pensó en el suicidio, sin embargo se contuvo y decidió dejar sus tierras. En Barranquilla leyó y escribió con el seudónimo de Ricardo Arenales, de esta época son sus poemas “Parábola del retorno”, “La tristeza del camino”, “Campiña florida”, entre otros. Viajó a Costa Rica, Jamaica, Cuba y México, país donde se entregó a la literatura, al periodismo y a la poesía. En esta etapa escribe “Parábola de los viajeros”, “Espíritu errante”, “Ante el mar”, “Los niños”, “La canción ligera”, “La estrella de la tarde”. En medio de la dictadura en México, Ricardo se pone de lado de Porfirio Díaz y, una vez terminado este régimen, su vida se sume en una sucesión de viajes difíciles de rastrear detenidamente por Jaramillo, pero entre los países a los que viajó se encuentran Las Antillas, Estados Unidos y algunos países de Centroamérica, donde colaboró en numeroso periódicos y revistas. Su carácter de periodista revolucionario le valió el destierro en México, Guatemala y El Salvador. En Nicaragua fue apresado debido a que un tal Ricardo Arenales, homónimo suyo, cometió un asesinato; una vez aclarada la confusión, cambió su nombre, definitivamente, por Porfirio Barba Jacob. De su amistad con Rafael Arévalo Martínez, en Guatemala, surge El hombre que parecía un caballo, una de las más precisas y bellas biografías que existen, a juicio de Juan Bautista, sobre “El príncipe sombrío” como lo llamaban sus amigos. La segunda parte del libro contiene doce poemas de Barba Jacob, elegidos por el biógrafo según su preferencia, estos son: “Canción de la vida profunda”, “Un hombre”, “Soberbia”, “Canción innominada”, “La hora suprema”, “Lamentación de octubre”, “Elegía de septiembre”, “Sapiencia”, “Parábola del retorno”, “La estrella de la tarde”, “Canción de un azul imposible” y “Futuro”.
Descripción : 159 p.
URI : http://biblioteca.udea.edu.co:8080/leo/handle/123456789/5928
Aparece en las colecciones: SILC

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