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Título : La crónica reina sin corona. Periodismo y literatura: fecundaciones mutuas.
Autor : Correa Soto, Carlos Mario (Autor)
Palabras clave : Publicaciones periódicas;Prensa del siglo XX;Revistas literarias;Crónica;Literatura y arte
Fecha de publicación : 2011
Editorial : Medellín: Fondo Editorial Universidad EAFIT, 2011
Resumen : Este libro es un estudio diacrónico que expone la relación entre la literatura y el periodismo, desde el punto de vista de la crónica. El estudio se centra en una serie de autores: Juan Rodríguez Freyle y El Carnero (1636-1638); Tomás Carrasquilla y sus crónicas publicadas en El Espectador, entre 1914-1915, y la serie “Medellín” de 1919; y Gabriel García Márquez y Crónica de una muerte anunciada (1981). Para el autor de la investigación la crónica es una “zona franca”, limítrofe entre la ficción y la no ficción, entre la literatura y el discurso periodístico. Asimismo, dice, la crónica ha sido utilizada a lo largo del tiempo, y ejemplifica con Defoe Dickens, Balzac, Proust, Stendhal, Dostoievski, Tolstoi, Unamuno, Pérez Galdós, Poe, Bierce, Twain, Martí, Darío, Gutiérrez Nájera; y en el caso de Colombia: Isaacs, Carrasquilla, Barba Jacob, Cepeda Samudio y García Márquez. Siguiendo a Eloy Martínez, el autor plantea que en Latinoamérica los grandes escritores fueron todos ellos periodistas (16), y que de ella nació el reportaje, el género mayor del periodismo moderno. El libro posee cuatro capítulos: el primero de ellos hace una revisión conceptual e histórica de las relaciones entre las dos disciplinas (a manera de marco teórico), siguiendo una serie de postulados de los mismos cronistas, así como una serie de estudios clásicos en el tema: Chillón, Egan y Rotker. En el caso de estudios sobre el tema, escritos por colombianos, el autor se basa en los postulados de Daniel Samper Pizano, Maryluz Vallejo Mejía, Juan José Hoyos Naranjo, Donaldo Alonso Donado Viloria y Alberto Salcedo Ramos. Los tres capítulos restantes están dedicados, cada uno, a la exposición de los tres casos de estudio: Rodríguez Freyle, Carrasquilla y García Márquez. Al primer autor se le categoriza como el “padre de la crónica periodística en Colombia”, y se explica que su crónica se centra en el elemento cotidiano, en la narración de las costumbres locales y la vida privada. A Carrasquilla le denomina como cronista literario “alquilado” al periodismo, y hace énfasis en que el escritor antioqueño se comprometió en grande con la publicación en diferentes medios periódicos de Bogotá y Medellín, un poco más de veinte, durante los años de 1914 y 1923. El autor advierte el mismo compromiso y la misma convicción artística en el Carrasquilla periodista que en el Carrasquilla escritor, y dice: “Carrasquilla muestra en sus crónicas voluntad literaria, rompe con la forma establecida por el cuadro de costumbres decimonónico y produce dentro de su marco –que encierra por preferencia un texto breve–, una crónica en la que ensayo, poesía, ironía y crítica no riñen sino que se complementan para producir una pieza culta; con el sello de su lujo auténtico y la profusión de su léxico que demandan el concurso de lectores ejercitados. Y por esto mismo se aparta del grupo de cronistas coetáneos que llegaron a ser muy populares por su lenguaje sencillo e incluso prosaico” (260). Finalmente, a García Márquez lo denomina cronista de “recursos interminables”. El investigador acierta cuando expone el hecho de que García Márquez no ha sido tan estudiado en su faceta de periodista, aunque su obra sume un poco más de 4.500 páginas en esta disciplina. Asimismo, adentrándose en el tema del libro, en su obra Crónica de una muerte anunciada García Márquez logra cuestionar –más que nadie– las fronteras entre literatura y periodismo, en especial, lo que tiene que ver con el intercambio de herramientas y recursos periodísticos y de la literatura, a saber; la utilización de la entrevista, el testimonio, el tono de suspenso y la retención de información, etc. El libro cierra con unas “Conclusiones” que podemos resumir así: los tres autores tratados representan rupturas en la historia de la crónica en Colombia. De esta manera, para el autor de la investigación cada vez que un cronista observa el mundo, éste cambia y lo hace porque este género “ensancha” los límites de la realidad (251-252). Segunda conclusión: la crónica es una estrategia discursiva que se apoya en el punto de vista subjetivo, en la voluntad literaria del cronista, ya sea en una forma histórica (Rodríguez), literaria (Carrasquilla) o reporteril (García Márquez). La primera se centra en lo cotidiano, la segunda en la crítica diaria contra el ingreso del modernismo en la ciudad, y la tercera mezclando al límite la realidad con la ficción. Y finalmente, el cronista asume un reto demasiado difícil: narrar la información con creatividad, es en este sentido que ella cuestiona las definiciones clásicas de periodismo y de literatura. Los géneros de ambas disciplinas son categorías en desarrollo constante, lo que hace de la crónica uno de los géneros más dinámico, el más “escurridizo” y “preciso” (263) para ingresar en ambos terrenos, y de esa manera asegurar su supervivencia. Ya para terminar, es necesario indicar que el libro es descriptivo, con algunas citas extensas tomadas a modo de ejemplificación, como si se tratara de un manual didáctico, casi enciclopédico, más que de un estudio crítico, sistémico del género. No sobra decir que el autor utilizó los fondos de la Biblioteca Central de la Universidad de Antioquia en aras de comparar en contenido y forma las crónicas de Carrasquilla y García Márquez, con los originales publicados en El Espectador. Sin embargo, a pesar de lo anterior, la investigación no hace aseveraciones sobre la relación de dicha materialidad en los contenidos de los autores, o en el sentido de las lecturas producidas. Sencillamente: la prensa es expuesta como primera materialidad de la forma crónica, pero aparentemente –para la investigación– no hay ninguna interacción entre objetos y formatos. El autor es Comunicador social, Especialista en Periodismo Investigativo, Magíster en Literatura Colombiana, profesor de EAFIT, corresponsal y colaborador de El Espectador, El Mundo y De la Urbe, y su libro es resultado de la investigación “La crónica: zona franca. Periodismo y literatura: fecundaciones mutuas” (2009).
Descripción : 274 p.
URI : http://biblioteca.udea.edu.co:8080/leo/handle/123456789/5870
Otros identificadores : 9789587200881
Aparece en las colecciones: SILC

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