Impresionismo en Bogotá II

Abstract

Este artículo es la continuación del publicado en el número 2 de Contemporánea, también por Sanín Cano. En la introducción del ensayo Sanín Cano aclara que los comentarios que él pueda hacer sobre arte carecen de rigurosidad, ya que no es pintor, ni crítico de arte, así mismo, no pretende hacer juicios inamovibles, ni calificar como bueno o malo. Sanín Cano habla de la Exposición donde se vislumbró la influencia de Andrés Santamaría, muchos quisieron retomar su ambiente de movilidad y la luz en el paisaje, pues ha sido dicho maestro quien ha proporcionado la combinación de una visión armónica, en general lo que el ensayista reconoce de Santamaría es su capacidad para educar al pueblo, indirectamente, en las nuevas tonalidades y técnica de la pintura. Sanín Cano hace una comparación entre el arte simbolista y el impresionista, donde dice que no todo quien desea llevar a cabo estás artes lo consigue, pues se necesita aparte de comprender sus teorías, tener una sensibilidad especial, así mismo aclara que fuera de estos principios también pueden hacerse obras hermosas. El ensayista continúa elogiando a Santamaría, a quien cataloga como dibujante perfecto que desentendido de la línea ha creado el contorno con la colocación de los objetos. Finalmente, Sanín Cano habla de la pintura que pone en juego lecciones de historia, la enseñanza moral y la obra de arte pictórico llamándose transposición, considerando que ninguna obra pictórica está alejada de la emoción y de transmitir un pensamiento a quien la observa.