Elogio del bar

Abstract

En este texto, como su titulo lo indica, se exalta la figura del bar como participante activo en la caracterización de la labor literaria. El autor comienza exaltándolo cuando reconoce que es en este espacio donde se concentra una parte importante de la literatura actual, donde se discuten asuntos y criterios que pueden considerarse meritorios para ser expuestos en una obra literaria; por ende, puede resultar más provechoso el análisis de este tipo de elementos en un bar que un estudio de teoría literaria. Luego el autor reconoce y analiza la figura del escritor joven en la medida en que señala el bar como el espacio en que se discuten también las pautas que se deben tener en cuenta para que la obra de un nuevo escritor sea publicada. Luego el autor reconoce que en el bar pueden manifestarse varios prototipos de literatos en la medida en que la crítica literaria puede establecer un tipo de escritor y, por analogía, el puesto que ocupa en el bar. En este texto se hace además un crítica a la labor de algunos escritores: ""Es evidente que posee más ventajas el mal escritor que no escribe, que el mediocre que ha publicado en abundancia""; se argumenta esta postura cuando Vélez señala que la desventaja de ese ""escritor mediocre"" es que su creación publicada evidencia su verdadero fracaso, a diferencia del ""mal escritor"". Otra de las características que el autor apropia al bar es el conocimiento de vidas ajenas, o mejor, la alabanza del triunfo ajeno; ante esto, el autor reconoce que los asistentes a estos lugares aunque sea posible que no tengan una amplia lección literaria ni la dotación teórica de los estudiosos reconocidos, sí tienen un amplio conocimiento enciclopédico y biográfico, puede notarse el inmenso dominio y conocimiento de las vidas de escritores cuyas obras no han leído seguramente. Más adelante se analiza el hecho de que, mientras en un libro se habla de la figuración literaria en una manera prudente y debidamente estructurada, en el bar se atiende más a los efectos, pasiones y asimilaciones acerca de la literatura; es esta la base de la diferencia entre el trato literario llevado a cabo en una biblioteca y en un bar. A este espacio también arriban aquellos que no parecen ser convocados a la escritura de obras literarias, o que al menos se ven frustrados económicamente en esta labor; ese escritor frustrado se encuentra en el bar ante un consuelo, donde le son exaltados al menos sus conocimientos y nociones. Pero el bar no es sólo el espacio donde llegan los desventurados que no han encontrado su oficio de vida en la literatura; allí también se han dado grandes inicios, se han formado grandes escritores y se han construido grandes obras literarias; tal es el caso de Kavafis y Dostoievsky. Es, por ende, que el bar se acerca a un culto místico, y en este texto se describe tal ebriedad como vestigio del culto dionisiaco.