Imagen responsive

Por favor, use este identificador para citar o enlazar este ítem: http://biblioteca.udea.edu.co:8080/leo/handle/123456789/5580
Título : El fuego lector
Autor : Vélez González, Jaime Alberto (Autor)
Palabras clave : Publicaciones periódicas;Creación literaria;Ensayo;Literatura del siglo XX;Prensa del siglo XX
metadata.dc.description.notes: Análisis y sistematización de información: Manuel Felipe Álvarez, estudiante del Programa Letras: Filología Hispánica. Proyecto: Memoria literaria del municipio de San Lorenzo de Yolombó: 450 años de fundación. SILC-Yolombó. Municipio de Yolombó - Universidad de Antioquia (2010). Responsable: María Stella Girón López, profesora de la Universidad de Antioquia. Grupo de investigación Colombia: tradiciones de la palabra
Resumen : En este caso se trata de una mirada crítica acerca del canon y un acercamiento de las nociones de buena y mala literatura, aquello que se debe leer y lo que no, de acuerdo a las posturas de Wilde, Cervantes, Lichtenberg y Brodsky. Primeramente se evoca a Wilde con su premisa ""(¿) la labor de los expertos en literatura, antes que recomendar libros, debería consistir en señalar lo que no se debe leer"". Posteriormente, se hace una mirada crítica relacionada con la labor de los críticos literarios modernos, afirmándose que éstos no practican sus verdaderas posturas sobre un texto, por el temor de que sus colegas hagan lo mismo con sus obras. Luego se empieza a argumentar una postura bastante radical por parte del autor, en la cual afirma que sencillamente hay libros que no deben ser publicados y, si lo son, deben ser quemados; para tal caso ejemplifica con las obras de Antonio Torquemada y Melchor Ortega, Don Olivante de Laura y Florismarte de Hircania, respectivamente, restándole importancia a éstos debido a la dureza y sequedad de estilo, mas no por posturas religiosas, políticas o teológicas, como lo harían algunos críticos. Otro autor que se evoca en este texto, y defiende la idea de quemar los libros que, según ellos no sirven, es Lichtenberg ""quemar libros en invierno frío"". Quien muestra una postura menos radical es Joseph Brodsky ""creo que no leer libros es peor que quemarlos"". Jaime Alberto Vélez retoma el tema de los expertos y críticos literarios señalando que éstos se dejan guiar por intereses económicos, por lo que se habla de una latente corrupción, puesto que los expertos tienden a privarse de emitir sus verdaderos juicios y recomiendan, en cambio, la obra de algún amigo o de alguien en quien fijan algún interés de determinada índole. El criterio claro que el autor señala para la quema de libros es la pobreza de estilo más allá de las ideologías propuestas por su autor y en esto se basan sus conclusiones evocando de nuevo a Lichtenberg quien propone ""darle la última mano a su obra, es decir, quemarla"".
URI : http://biblioteca.udea.edu.co:8080/leo/handle/123456789/5580
Aparece en las colecciones: SILC

Ficheros en este ítem:
No hay ficheros asociados a este ítem.


Los ítems de DSpace están protegidos por copyright, con todos los derechos reservados, a menos que se indique lo contrario.