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Título : El imperio Romano
Autor : Vargas Vila, José María (Autor)
Palabras clave : Creación literaria;Ensayo;Literatura del siglo XX
Editorial : Barcelona: Ramón Sopena
metadata.dc.description.notes: Análisis y sistematización de información: Marta Quiñónez, estudiante del Pregrado en Letras: Filología Hispánica y del programa de Traducción de la Universidad de AntioquiaProyecto: José María. Con una actualización bibliográfica. Trabajo de grado de pregrado, 2009-2010.Asesora: Olga Vallejo MurciaInstitución: Universidad de Antioquia: Facultad de Comunicaciones, Grupo de investigación Colombia: tradiciones de la palabra.
Resumen : ""El imperio Romano"", muerto Cesar, ya no reinó sobre Roma sino el crimen. La República murió en los brazos de Pompeyo, protegida por su espada, pero ya había empezado a morir con la esclavitud a la que Cesar la había sometido, acabado el reinado del hacha, comenzaba en de la garra, Roma que había dado grandes hombres, se prestaba ahora a dar grandes monstruos. El militarismo fue la muerte de la República Romana, como ha sido y será el de todas las Repúblicas. Los Cesares, en este aparte del libro aparecen en orden cronológico el nombre de los Cesares, desde Julio Cesar hasta Vitelio. Emperadores Plebeyos, en esta segunda parte del libro aparecen los Emperadores, que se sucedían unos a otros como un día sucede a otro, desde Vespasiano hasta Domiciano, el úlimo de la familia de Flavia todos se encargaron de disputarse el cadáver de Roma, ya en el vértigo de su desaparición como imperio del mundo, todos los esclavos del mundo veían caer este monstruo ante sus ojos sin que su alma se conmoviera por las ruinas que comenzaban a tapar el sol de un mundo viejo y alumbraban otros horizontes de la tierra. Emperadores Hispanos, desde Trajano hasta Adriano, esté último con su espada abriría la brecha por la que entrarían los bárbaros, para darle la última estocada a Roma. Los Antoninos, Antonio Pío y cierra el vértigo de la disolución total Teodosio; general vencedor, recogió la púrpura de entre montañas de cadáveres y ríos de sangre, fue el primer Emperador Católico; tras de él como en una pantalla trágica, la sombra blanca de los Papas, aparece ya dominando la sombra, gloriosamente roja, de los Cesares; la loba romana disfrazada con piel de Cordero Pascual, escapó a las ruinas del Capitolio, y, se refugió en su nueva guarida, el Vaticano, y desde allí, dominó el mundo.
URI : http://biblioteca.udea.edu.co:8080/leo/handle/123456789/5565
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