La voz de las horas

Abstract

""La Voz de las Horas"", este libro aparece sin prologo del autor y sin ningún tipo de presentación, argumento que se debe sumar a la mala edición de sus obras por editores piratas o irresponsables frente a la historia y frente a los escritores, que en el caso del que nos compete no le pagaban derechos de autor, los que lo editaron en Latinoamericana en la década de los veinte. A este libro podría llamársele de filosofía, pues en el autor deja consignado su pensamiento con respecto al arte, a la historia y a la vida, esta es la primera sentencia con la que comienza el libro: ""vivir sin esperanzas, debe ser una gran desventura; pero, morir sin Esperanza ¿no es una desventura aun mayor?"" (Ibíd., Pág. 1) Otra frase lapidaria de este libro; ""La cercanía de un gran escritor, no consuela nunca a los mediocres, sino los exaspera; y, por un gesto involuntario de su espíritu, ponen en imitarlo, tanto empeño, como ponen en denigrarlo"" (Ibíd., Pág.21) ""La Moral y la Hipocresía son hijas gemelas de una misma madre: la Religión, pero, ellas son gemelas como las de Siam: no pueden separarse sin morir."" (Ibíd., Pág. 27). ""Si hemos de creer a las leyendas cristianas, de todos los misóginos, Jesús fue el más violento contra el amor; ninguno, había encontrado la manera de vencerlo; y, él, encontró la manera de matarlo; y, para matar el amor, instituyó el matrimonio; el matrimonio, es la tumba del amor; una tumba sin flores, en la cual, sobre dos corazones sepultados, crece y, los cubre silenciosos el jaramago del Odio, ninguna tumba exhala el olor de muerte, de esas alama sacrificadas, que se pudren en el silencio, sobre los restos putrefactos de su amor; ¡bendito sea el Cristo, que si no vino a tiempo de salvar los hombres, vino al menos a tiempo de castigar a los necios! ¡a fe, que mereció bien la cruz, aquel que ha crucificado tantos corazones!. (Ibíd., Pág. 75). Todo este libro escrito en una edad de madurez y de reflexión acerca el autor a lo que podríamos denominar un filosofo de la realidad, un déspota de los buenos sentimientos, un realista de la vida cotidiana y sin-sentido del hombre, que tan lejos están hoy de nuestra vida esas premisas que nos dejó Vargas. Nuestro tiempo, es un carrusel de esterilidad, intentamos asirnos a nuestros sueños y al abrir los ojos cada mañana, se han desvanecido y nada podemos asir de la alegría o de las lágrimas que nos ofrendo el sueño reparador del cansancio de la vida. Soñamos la eternidad y qué somos; todos estos sentimientos trasmite el autor de estas horas silenciosas, sin voz.