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Título : En las zarzas del Horeb
Autor : Vargas Vila, José María (Autor)
Palabras clave : Creación literaria;Literatura del siglo XX
Editorial : Medellín: Editora Beta
metadata.dc.description.notes: Análisis y sistematización de información: Marta Quiñónez, estudiante del Pregrado en Letras: Filología Hispánica y del programa de Traducción de la Universidad de AntioquiaProyecto: José María. Con una actualización bibliográfica. Trabajo de grado de pregrado, 2009-2010.Asesora: Olga Vallejo MurciaInstitución: Universidad de Antioquia: Facultad de Comunicaciones, Grupo de investigación Colombia: tradiciones de la palabra.
Resumen : ""En las Zarzas del Horeb"": Narrada en primera persona, esta obra hace parte de esos escritos que el autor mismo llamó ""obras filosóficas"" y en las que deja expuesto su pensamiento a cerca de los grandes temas que desde siempre han inquietado la humanidad. ""y, como éste es un libro de libertad, por eso lo amo; con un amor reflejo, que es como un rayo de luz caído de los divinos ojos de la Diosa, cuyo amor lleno mi vida; el rayo de esos ojos inmortales, es el único que hoy ilumina este engañoso tremedal, florecido de juncos y asfódelos en el cual se reflejan ya los juncos ilúcidos de la eternidad; la libertad¿ la divina palabra, que yo quiera llevar al morir, prisionera en mi sudario para soltarla a volar en los cielos tenebrosos de la eternidad; y, hacer con ella, libres las sombras de los muertos; ya que no pude con ella hacer libres las almas de los hombres"" (Ibíd., Pág. 10) Intentar asir la memoria del porvenir, vano intento de la pretensión humana, de la que tampoco escapó el autor de estas palabras, su pensamiento como el muchos escritores de su época estuvo signado al porvenir, pero el porvenir también les ha sido adverso, de un modo extraño, pues sus obras siguen siendo leídas y comentadas por grafocríticos, como él mismo les llamo a esos eternos rechazados del arte, expulsados de la vecindad del arte, se tienen que dedicar a destruir lo que otros hacen. Dice el autor ""He sido el último hombre libre que ofrendó su vida a la libertad, en la cumbre vertiginosa de la idea? ¿he de morir solo, bajo el sol occiduo de la vejez, que empieza a dar sobre mi cabeza sus rayos sin amores? Eso, no me inquieta; otros hombres vendrán, dignos como yo de servir a la libertad, y de morir por ella; ellos hallarán mis libros, y leyéndolo en las melancolías del futuro, harán justicia a mi memoria, eso no alegrara mis huesos en la tumba; como nada ha alegrado mi corazón sobre la Tierra."" (Ibíd., Pág. 13) todo ha pasado como él lo previó, sus libros siguen haciendo un circulo sagrado en la melancolía de la vida de muchos seres que como yo encuentran paz interior en estas palabras que ni el olvido no la grafocrobia no ha podido hacer desaparecer del imaginario cultural a lo largo de un siglo, ventura, el sueño de un hombre, posible en el sueño de muchos hombres. Este libro fue publicado la primera vez en 1913. En Medellín, ciudad extrañamente conservadora fue donde mas circuló su obra. No hay registros antiguos que se haya escrito a la aparición de estas obras, solo rumores de que fue un pueblo inculto e ignorante el que lo leyó; pero esto también hay que dudarlo, porque si así hubiese sido, este pueblo sería un pueblo libre y no un pueblo de esclavos modernos al servicio de un sistema que oprime los individuos y prevalece sobre las masas ideas despóticas y crueles. Todas las personas en este sistema, se acomodan de manera tan eficiente, que es posible incluso, enterrarlos en fosas comunes, pues han muerto en masa, asesinados por el estado. Es decir, los tiempos no han cambiado, desde la época en que estos libros fueron escritos, hasta nuestros días la estela de infamia ha crecido desmesuradamente. En este libro, el autor toca varios temas: Actitud,; donde plantea la dignidad como el gusto supremo de una vida. Luz Polar: Donde plantea que la historia no la engrandecen los pueblos, sino los individuos. Y así trata múltiples temas de reflexión histórica; y hoy cobran más valides que incluso cuando fueron escritos; porque los hombres, a lo largo de los siglos, se han encargado de hacer de la tierra su pequeño o grande infierno. Y en el vivimos generación tras generación, sin descanso, las mujeres se reproducen, los hombres se reproducen, hasta en reproducir el crimen hemos sido ostentosos con la naturaleza.
Descripción : 187 p.
URI : http://biblioteca.udea.edu.co:8080/leo/handle/123456789/5531
Aparece en las colecciones: SILC

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