La ubre de la loba

Abstract

""La Ubre de la Loba"": con esta novela el autor cierra el drama psicológico de Froilan Pradilla, como se llama el protagonista de la trilogía. Al morir Susana Bertuil, queda un hijo de aquel amor que Froilan en su angustia frente al amor le llama ""amancebamiento fatal"" para sus sueños de libertario y de artista. Paúl, es ayudado a criar por su tía que ha acompañado a su hermano en su destierro, le ofrendó su juventud, y ahora en los años maduros, le ayuda a cargar el fardo, que él desde la inconciencia que produce el amor ha procreado y que le ha costado la muerte a Susana. Extrañamente todas las mujeres de estas historias mueren en los pospartos; ninguna se ha salvado, y en algunos casos se salvan los hijos, pero ellas jamás. Froilan, no se preocupaba mucho por la crianza de su hijo, que se educaba en el amor de su tía, lo mimaba, lo malcriaba, solo obedecía al padre, pero éste lo veía muy poco y no tenía tiempo de asumir la autoridad ante su hijo. En el colegio, Paúl se sentía orgulloso cuando sus compañeros le hablaban de la fama de su padre, aunque él no pudiera decir ningún nombre de aquellas novelas; solo sabía los largos poemas que su padre había escrito en su juventud hace tiempo ya pérdida y lejana. En este último drama aparecen nuevos personajes femeninos que solo viven la desgracia del deseo masculino. Nora, huérfana y pobre, es la institutriz de los nietos de la condesa ya vieja y caduca y de un conde que con su experiencia en las mujeres comienza a desear a Nora y en este empeño le hará la vida imposible, ""hombre de mundo y, conocedor de las mujeres, sabía bien que no había entrado en el corazón de Nora, del cual una secreta e inconfesada aversión le vedaba el dominio"" (85). El barón insiste en hacerse bueno a los ojos de Nora, hizo caridad, repartió su dinero e hizo mil cosas para llamar la atención de la profesora de sus hijos, que la amaban mucho más a ella, que a él mismo que era su padre. Tenía temor de no ganarse el amor de Nora y antes de un viaje improvisto le dijo: ""¿la hallaré a usted aquí? La vida sin usted en esta soledad, no es posible en esta soledad, un gran acento de sinceridad, vibraba en esas palabras, trémulas de emoción. -La vida es inestable-dijo ella- y no podemos prometer nada en la inestabilidad de la vida¿ (90) Los sueños de Nora de irse por el mundo a evangelizar alma y niños necesitados de educación, comenzaban a tomar fuerza en su corazón pues la delicadeza del alma del joven conde, comenzaba a perturbar su alma; ella que no conocía el amor, empezaba a sentirlo y temblaba ante ese misterio, copa de placeres indiscutibles y de todos los dolores del mundo, ""por eso temblaba hoy ante esa atmósfera de amor, que se alzaba en torno de ella y dentro de su propio corazón, y quiso huir de ese poder de atracción, como se huye violentamente de la boca de un abismo"" (100) el horror del amor deja en estás páginas su rastro siniestro y grotesco, los condes, padre e hijo, peleando por el amor de Nora caen en un lago helado y mueren atrapados en el fango. Nora desesperada, pide asilo en la hermandad y es enviada a América, donde podrá olvidar y ser olvidada. Toda esta historia la cuenta la Mére Cándida a Froilan y a su hermana, que de algún modo decide apoyar la causa de la congregación a la que pertenece Cándida. Con el odio secular que le tiene a los curas, Froilan sueña, con fundar bibliotecas, escuelas y hospitales libres y gratuitos para el pueblo, pero su sueños se ve frustrado por el clero, situación que lo desespera y lo sume en una angustia personal, justificadora de su odio al clero, que solo desea un pueblo ignorante, enfermo y pobre. Esta historia termina con la muerte de Froilan, perseguido por los curas en cabeza de su hijo, que para su propia desgracia y con la influencia de su hermana y de la monja se había convertido al cristianismo y se había hecho jesuita.