La generación mutante: nuevos narradores colombianos

Abstract

El autor de La generación mutante plantea un marco de referencia muy exacto en el hecho literario: por un lado, la existencia de las obras bets seller, y por el otro, las minorías ""artísticas"". En el medio de las dos se encuentran las obras de valor literario considerable que han sido bien aceptadas y vendidas al público en general. Sin embargo, aclara el autor, en Colombia (a excepción de Gabriel García Márquez) no existen best seller. De igual forma (aclara el autor), no existe en la prensa nacional un órgano especializado que distribuya el conocimiento sobre los nuevos autores, ya que las revistas literarias no pasan de un grupo de lectores especializados. Ante dicha realidad, es decir, ante el conocimiento de que en la literatura colombiana existe una literatura que media entre la literatura de masas y la literatura ""minoritaria"" (es decir, artística), el autor se propone la escritura de su libro que no lleva otra intención que contribuir al conocimiento de lo que él llama una ""nueva generación"", que por supuesto, posee características temáticas y formales específicas. Los autores representativos de la generación mutante, según su primer historiador, son: Julio César Londoño, Roberto Gil Montoya, Santiago Gamboa, Octavio Escobar Giraldo, Philip Potdevin, Héctor Abad Faciolince y Jorge Franco Ramos. Cada sección del libro dedicada a un autor viene acompañada de una nota biográfica y crítica, y luego una especie de entrevista o conversación. Además, el libro posee el capítulo titulado ""Claves narrativas de la Generación Mutante"", donde se explicita la utilización del término ""mutante"" para significar la presente generación de escritores, al igual que los rasgos y las tendencias de dicha generación, donde sobresalen la remitologización de temáticas universales, la revisitación del pasado, la hibridación de la cultura popular y lo urbano, el escepticismo ideológico e ironía crítica, la literatura sin pretensiones regionales, nacionales o universales, la muerte del autor y la relación de la literatura y el hombre con las tecnologías virtuales. Finalmente, indicamos que el libro se abre con un ""Prefacio"" (p. 15-25), bastante emotivo, escrito por Eduardo Jaramillo-Zuluaga acerca de las perspectivas de una publicación como ésta que reflexiona de un tema tan reciente para la literatura colombiana, como lo es el nacimiento de una nueva generación de escritores.