El regreso de Eva

Abstract

Zalamea se sentía partícipe de una vanguardia internacional que encontraría en su amistad con Federico García Lorca su referente más importante. El regreso de Eva, que el autor subtituló ""ensayo de una farsa dramática"", apareció en 1927 en la legendaria revista y editorial Repertorio Americano. La obra está desarrollada en tres actos, de los cuales el segundo y el tercero están subdivididos en lo que el dramaturgo llama ""escenarios"".

Esta es una de las obras más desconocidas de Jorge Zalamea, según Juan Gustavo Cobo Borda. En esta pieza, un grupo de científicos se encuentra turbado ante la llegada de Eva, una criatura encontrada en las selvas de Sur América por un profesor alemán. La inquietud por Eva surge a partir de una extraordinaria capacidad que le permite satisfacer sexualmente ella sola a toda una tribu indígena. El nerviosismo que ella difunde se percibe en todas las esferas de la sociedad, incluso los vagabundos se sienten seducidos por ese no sé qué que los inquieta. De todas maneras, Eva se trata sólo de un caso de estudio que en unión de un joven vigoroso y atlético engendrará en ella un nuevo ser excepcional. Pero ella, fiel a su espíritu pícaro y malicioso se limitará a pedir fresas con crema y a enloquecer a todos los hombres: uno dejará a su mujer; otro cometerá un crimen para conseguirle un regalo; dos novicios sufrirán tentaciones a partir de este ser creado por el demonio y al final, cada uno en una celda, dirá sus últimos parlamentos.