Las supersticiones democráticas

Abstract

Las supersticiones democráticas es una excelente y pertinente crítica realizada al poder en general, dado los trágicos desafueros que se corroboran en la historia a causa de éste, haya sido del rey, la asamblea o del pueblo. Pero la crítica se centra, específicamente, en el poder popular, entendiéndolo como masa amorfa que representa cuanto de más irracional e inconsciente hay en la raza humana. Arturo Torres, con una penetración pensante y en una forma clara y arrolladora, revela el comportamiento de las masas situándolas en el mismo nivel de la fuerza bruta de la naturaleza, de la ciega fatalidad. La máxima bestialidad a la que se llega una vez el individuo se transforma en turba maleable para los dictadores ""delirantes de la pasión"" que cubren sus mezquinos intereses con los principios de la razón, el bien, o la democracia misma, cuando lo que les interesa es el triunfo en las urnas. Las mayorías, cuyo vehículo de expresión es la opinión pública son el mayor enemigo de la libertad y la verdad. Dado que hostigan, ahogan a quienes denuncian y desenmascaran. Es decir, excluyen a los genios que reforman la cultura, los individuos que, efectivamente, contribuyen a la creación de la civilización; los hombres de estudio gracias a los cuales un pueblo puede decir que posee una personalidad o conciencia moral y cultural. Además de ser cómplices de horrores y masacres con el silencio y la oscura conciencia que las caracteriza. Sean mayorías populares o parlamentarias, todas se someten a la pasión y a la irresponsabilidad frente a los otros, la sociedad, el llamado bien común, botín y falso dogma de la democracia. Lo que explica los brotes de rebeldía y la hegemonía de un creciente escepticismo frente al hombre y la vida misma. La conducta política de la democracia es, pues, a lo largo de la historia un escenario de barbarie y violaciones. Su balance deja un caudal de víctimas que consideran, paradójicamente, al victimario como en benefactor de la humanidad. Apunta al respecto Torres, con la contundencia poética que caracteriza su escritura que la democracia es una institución que se alimenta de las violaciones de lo que debería ser inviolable: la dignidad humana. La pasividad o extravío de la masa, que refuerza el papel alienante de la prensa produce las tiranías, el miedo, las desmembraciones, las demagogias de la fraternidad y la paz para todos. Lo que antes que obstáculo es estímulo de lucha, defensa y solidaridad necesarias para transformar la superstición de los principios democráticos, la gran superstición de que la razón la tiene la masa y no el individuo consciente y distante, cómo no, de la astuta demagogia. Carlos Arturo Torres (Boyacá 1867-Caracas 1911). Poeta y ensayista de ideas, político liberal y diplomático conservador colombiano, consagrado a la cátedra y al periodismo. Funda periódicos de orientación política y cultural como El Impulso, El Republicano, La Crónica, La Opinión Pública y El Nuevo Tiempo. Su obra principal la conforma: Idola fori, Estudios ingleses-Estudios varios y Obra poética.