Ideas sobre el arte nacional y el arte realista

Abstract

El ensayo de Francisco Posada es un extenso panorama del arte nacional, desde la conquista, hasta los años de su escritura, aunque a muy amplios rasgos. Le interesa una discusión sobre arte e ideología donde el arte colombiano no sale muy bien librado, dado el carácter inspirador que ha tenido el arte extranjero para los colombianos, aunque ocurre a menudo que las técnicas y verdades extranjeras han sido aplicadas a nuestras circunstancia concreta. Más allá de la crítica ""exigua"", sin embargo, hay un panorama nacional que es digno de ser considerado, pero no desde atendiendo a análisis subjetivos (comparando el arte nacional con el arte extranjero que lo inspira), sino apelando a los factores sociales y económicos que lo hicieron posible. Fue Nieto Arteta quien introdujo el análisis materialista, criticando a los románticos colombianos por no haber sido tan reaccionarios como sí lo fueron en Europa. Ese pie de apoyo le sirve a Posada Días para iniciar una profunda inmersión en el arte nacional, teniendo en cuenta sus relaciones con el entorno social y económico. La época colonial fue oscura, barroca, con una alta dosis de religión y sometimiento. Las ideas copernicanas fueron introducidas en el siglo XVIII por el sabio español José Celestino Mutis, introduciendo la idea de la observación objetiva (las matemáticas, astronomía) causando verdadero escándalo. La independencia y sus caudillos trajeron nuevos vientos. Con José Fernández Madrid la poesía pone sus pies en tierra. La obra de Vargas Tejada ya es crítica y combativa. Es así como, a medida que Colombia se hunde en el siglo XIX, en medio de grandes contradicciones. Hasta bien entrado el siglo XX el arte nacional ya han nacido y muerto personajes. Gregorio Gutiérrez, Silva, Isaac, Barba Jacob, Luis Carlos López, Guillermo Valencia, Carrasquilla, Rivera, De Greiff, Zalamea, Jorge Rojas. León de Greiff fustiga las viejas y nuevas alienaciones, es el primero que denuncia y se opone a la ""terrible alienación de lo humano que implica el capitalismo"". La novela, el ensayo y la pintura y más adelante el cine, van alcanzando valerosos exponentes. Al final de su larga exposición, Francisco Posada Días introduce su principio: ""Las transformaciones culturales obedecen a la dinámica del desarrollo histórico general, pero dialéctica y no mecánicamente"". Desde el principio venía cuestionando el papel del artista. Ante un arte descomprometido, Posada habla del realismo, pero no en contraposición al irrealismo, dado que, como en el caso del gran pintor Alejandro Obregón, la realidad sea abordada desde el símbolo, pero de ninguna manera negada. Ante la difusa relación del arte con la realidad, Posada Días observa tres puntos de vista: el conformista, el inconformista y el realista. Es el realista quien ""aprehende fiel y lúcidamente su hora y su momento en términos universales"". Francisco Posada Días (1934-1970), viajó a Francia y Alemania para complementar sus estudios de Filosofía, después de haber pasado por la Universidad Nacional de Colombia y de estudiar derecho en la Universidad del Rosario. Sus ensayos son reconocidos por su gran rigor académico, carga ideológica y sentido crítico. Publicó los libros Los orígenes del pensamiento marxista en Latinoamérica. Política y cultura en José Carlos Mariátegui. Madrid, 1968, Colombia: violencia y subdesarrollo. Bogotá, 1968. Lukács, Brecht y la situación actual del realismo socialista. Buenos Aires, 1969. El movimiento revolucionario de los Comuneros. México, 1971. Póstumo.