Nueva historia de Colombia. Tomo VI.

Abstract

Dirigida por Álvaro Tirado Mejía, en colaboración con Jorge Orlando Melo y Jesús Antonio Bejarano, la Nueva Historia de Colombia (NHC) se compone de ocho volúmenes acerca de la historia general de Colombia; inicia con la llamada ""Colombia indígena"" para luego analizar los periodos de la Conquista, la Colonia y la República, en estos tomos centra su interés en la ""Historia Política"" (Volumen I y II), las ""Relaciones Internacionales y los Movimientos Sociales"" (Volumen III), la ""Educación, las Ciencias, la lucha de la Mujer y la Vida diaria"" (Volumen IV), la ""Economía, el Café y la Industria"" (Volumen V), la ""Literatura, el Pensamiento, las Artes y la Recreación"" (Volumen VI). En palabras de Jorge Orlando Melo, el volumen de nuestro interés (Tomo VI) ""aborda temas que tradicionalmente se han dejado por fuera de los libros y tratados históricos, y que han sido considerados como propios de estudios especializados. La historia del arte, o de la literatura, por ejemplo, han sido temas de importantes trabajos, pero no han formado parte de las historias generales del país. Por esto, su tratamiento ha dejado de lado las relaciones, complejas pero indudables, entre las formas del pensamiento y la actividad política o económica de la sociedad. En nuestra época, cuando la ambición de los historiadores es rendir cuenta plena de la evolución de conjunto de una sociedad, de la totalidad de las formas de manifestación de la actividad humana, resulta incompleta una historia de Colombia que ignore estos aspectos"" (p. 5); en ese orden de ideas, se dedican cuatro de los quince capítulos del volumen a la historia de la literatura y del pensamiento; el panorama artístico y cultural se complementa con capítulos sobre el periodismo, el teatro, el arte, la arquitectura, el cine, el humor, la cultura popular, la música y el deporte. El volumen viene acompañado del ""Plan de la Obra Completa"", el ""Sumario del Volumen"" y una ""Introducción"" (p. 5-7) escrita por Jorge Orlando Melo, en la que se apunta que la literatura colombiana inicia con el género poético, donde son más que conocidos los nombres de R. Pombo, J. A. Silva, G. Valencia, L. Flórez, L. De Greiff, P. Barba Jacob y E. Carranza. En la década de 1920 aparece el género que ""abre un nuevo horizonte en el país"" (p. 5), la novela, con la obra de J.A. Osorio Lizarazo y J.E. Rivera, y que se configura como verdadero objeto de arte, comparado con las manifestaciones extranjeras, en los años 1960 con la obra de G. García Márquez. Sin embargo, el autor enfatiza que ""la historia de nuestra literatura no es solo la de quienes han logrado el reconocimiento amplio del público, y por ello las páginas siguientes atienden a esos autores de vanguardia cuyo influjo puede ser restringido pero profundo y duradero, y a los escritores que han tratado, a través del ensayo social o filosófico, de comprender los aspectos esenciales de nuestra nacionalidad"" (p. 5), ejemplo de ello lo dan L. López de Mesa, F. González, G. Arciniegas y H. Téllez. Además, el autor hace una reseña sobre el arte y la recreación, esta última también como expresión creativa de la nación. Los cuatro capítulos sobre la literatura se centran en la historia de un momento determinado, así, el primer capítulo, escrito por Andrés Holguín Holguín trata de la literatura colombiana de 1886 a 1930, con la descripción de los llamados antecedentes literarios y los comienzos de la literatura nacional. Se centra en el romanticismo y en J. A. Silva, G. Valencia, T. Carrasquilla y J. E. Rivera. El segundo ensayo comprende los años 1930-1946 y fue escrito por Juan Gustavo Cobo Borda. Aunque su trabajo trae a colación el panorama latinoamericano, centra su interés en el ámbito nacional. Además de rescatar la obra de Osorio Lizarazo se detiene en la figura de B. Sanín Cano, los hermanos Zalamea Borda y C. Uribe Piedrahita. El tercer ensayo se centra en los años 1946-1957, escrito por Luis Antonio Restrepo, trata en gran medida del cambio literario e histórico que significó el paso de la llamada literatura de la violencia, hasta la aparición de la novela El coronel no tiene quien le escriba de G. García Márquez, que según Restrepo significó la verdadera transformación de la violencia en objeto literario (p. 75). El último ensayo trata los años 1958-1985 y fue escrito igualmente por Luis Antonio Restrepo. Su análisis inicia con una reflexión acerca del grupo Mito, la aparición del dadaísmo y termina con una serie de autores ""exploradores"" de la literatura nacional tales como A. Caicedo, R. H. Moreno Durán y J. M. Roca. Para terminar es importante señalar que -en palabras de sus propios integrantes- la Nueva Historia de Colombia surgió a finales de los años 1970 como alternativa ante la tradicional forma de investigar de los historiadores nacionales. Aunque sus integrantes no tenían puntos de vista homogéneos, sí los unía la clara conciencia de romper con el reduccionismo y el centralismo de los anteriores historiadores que veían en la evolución política y militar la única historia digna de ser narrada, así como el suceder de los altos grupos sociales. Además, se distinguen por la utilización amplia y rigurosa de las fuentes históricas y los conceptos y métodos de las ciencias sociales y la investigación histórica.