Sed

Abstract

Esta breve obra literaria de Emma Lucía Ardila explora la conciencia de Raquel, su paso por la infancia, la adolescencia y sus años de matrimonio. La novela, escrita con un amplio dominio de la lírica, tiene una particularidad: las múltiples personalidades que cohabitan dentro de Raquel, cada una diferente, con su propia voz y necesidades. Sara, que personifica el deseo, siempre quiere algo nuevo; Aura, es sensual, coqueta y despreocupada; Olga, es seria, coercitiva y representa la moral; la parte masculina de la personalidad está en Alejo, un ser aventurero que representa todo lo que no puede hacer Raquel. La sed, término que aparece de forma repetida a lo largo del texto, simboliza el deseo sexual difícil de controlar y que rara vez es satisfecho. Esto genera en cada una de las personalidades de Raquel una experiencia diferente. Para Sara y Aura, es una práctica divertida y necesaria; Alejandro la disfruta y la incita; mientras que para Olga es un problema. Con el correr de los años, cada una de las personalidades va cambiando. Sara, se vuelve más dependiente de la parte sexual; Aura, ve la coquetería y el romanticismo como un desengaño y una frustración; Alejo va desapareciendo poco a poco mientras que Olga, al principio moralista, empieza a pedir más entrega del esposo de Raquel en la cama. Según el crítico Álvaro Botero Pineda (2005), la obra se destaca por la pluralidad de voces que reflejan la complejidad de la conciencia humana, en especial, la femenina ""frente a un mundo establecido, regido por principios machistas y religiosos de represión, que matan de raíz la sensualidad y toda expresión del sentimiento"".