Ni la muerte puede separarnos

Abstract

Jesús Zárate Moreno nació en 1915 y murió en 1967. Ganó el premio Planeta con su novela La cárcel, en 1972, cuando ya estaba muerto. El libro se agotó en Europa, en el transcurso de unos cuantos meses. Además, escribió las novelas El viento en el rostro: relatos de Zalacaín¿ y El cartero. Fue no sólo escritor de cuentos, de novelas y de dramaturgia, también en política y ejerció funciones diplomáticas.

El cuento Ni la muerte puede separarnos narra la historia de un plan aparentemente perfecto que, no obstante obtener resultados distintos a los esperados, funcionará perfectamente. Ya van tres años de observación, y tanto aquel hombre bonachón de bigotes largos como su mujer, Inés, cuarenta años menor que él, de la cual el autor del plan, quien trabaja allí con los otros dos, está enamorado, han mantenido sus rutinas inalterables. El hombre de bigotes largos es el primero en levantarse. Toca en la puerta de la mujer, pues no duermen juntos, y luego en la del hombre. Después va hasta el pozo y saca a través de un balde un poco de agua verdosa. La última de los tres en ir al pozo es la Inés. Durante tres años siempre ha sido así. Mientras piensa en esto el hombre que está enamorado de la mujer ha encontrado la forma de escabullirse dentro de un camión en movimiento sin ser visto. Hace un recuento de los pasos que ha seguido, la construcción de la coartada, el sabotaje del pozo, la huída en la madrugada. Para cuando aquel hombre bonachón llegue al pozo, la muerte estará esperándolo en el fondo. Le parece que no hay posibilidad de que lo descubran. Todos creerán en su inocencia. Ahora va en aquel camión, pensando que tal vez todo esté ocurriendo en ese mismo instante. Siente curiosidad por saber quiénes son esos que se ríen en la cabina del conductor. Se arrastra sigilosamente para no ser descubierto. Tres hombres, entre ellos el bonachón de bigotes largos, van sentados allí adelante. Todo el plan gira repentinamente. Si el hombre está en el camión y no muerto como tendría, la que seguramente ocupe su puesto será la mujer, última persona en visitar el pozo en las mañanas. Salta apurado de aquel camión en movimiento. Pero en cuanto logra recuperar el equilibrio perdido con el salto, otro camión que viene por la vía le pasa por encima. A partir de este momento se precipitará el desenlace del plan.

El texto aquí reseñado está incluido en el libro de cuentos No todo es así, escrito por Zárate Moreno, y en la antología Cuentos y relatos de la literatura colombiana (Tomo I), realizada por Luz Mary Giraldo.