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Título : Que pase el aserrador
Autor : del Corral, Jesús (Autor)
Palabras clave : Creación literaria;Cuento;Literatura del siglo XIX
Editorial : : s.e
metadata.dc.description.notes: Análisis y sistematización de información: Juan Felipe Ospina Villada, investigador Universidad de Antioquia.Proyecto: 1500 obras de la literatura colombiana en el Sistema de Información de la literatura colombiana -SILC. Investigadora principal: Olga Vallejo M y Gustavo A Bedoya.Institución: CERLALC y Gestión tecnológica de la Vicerrectoría de Extensión de la Universidad de Antioquia, 2009-2010.
Resumen : Jesús del Corral nació en Santafé de Antioquia en 1871 y murió a los sesenta años en Bogotá, en 1931. Tuvo varios seudónimos. Entre ellos están Fray Trabuco, Remigio Ramos, El Huracán e Ingeniero de Lieja. Fue ministro, cuentista, poeta y colaborador de periódicos como La Brisa y El Escudo. Entre sus obras están Los santos son reyes, En la hondonada, De mis montañas y El ornitorrinco. Que pase el aserrador es el cuento por el que más se le conoce. Simón Pérez, el protagonista del cuento de Del Corral, junto con el Peralta de Tomás Carrasquilla, son quizás los dos pícaros más emblemáticos de la literatura colombiana. Con ellos aparece en el país cierto tipo de personaje que recuerda a los de la picaresca española, pero éstos ya enteramente dueños de un temperamento forjado en la quebrada geografía de Colombia. La historia se la cuenta a su patrón, que es quien narra, el mayordomo de una hacienda de por los lados de Segovia. Es la guerra del 85. Simón Pérez, así se llama el mayordomo, reclutado en uno de los bandos, se encuentra por los llanos de Ayapel cuando logra desertar de la milicia con otro compañero. Toman rumbo hacia el Río Nus, ya que se dice que están necesitando trabajadores por esas zonas. Son varios días los que tardan en recorrer la selva. Cuando llegan a una de las orillas del río, ven a un barquero que es quien se encarga de reclutar a los trabajadores. Sólo necesitan aserradores, peones ya tiene suficientes. Simón, que de aserrar no tiene idea, se hace pasar por un aserrador, mientras que su compañero no atina a mentir, y se queda varado en la orilla, muerto de hambre y con toda una selva por delante antes de que aparezca algún poblado. Antes de que lo descubran, el mayordomo se dedica a ganarse el favor de los jefes. Sabe tocar el tiple y contar cuentos, así que desde la misma noche de su llegada endulza el oído hasta de la esposa del patrón con sus cantos. Con esto atrae para sí la confianza no sólo de los patrones, sino de todos en el lugar. Consigue pasar sin dificultades, además, labores que supuestamente domina, como la elección de maderas apropiadas en el monte. Al cabo de cierto tiempo, cuando ya las circunstancias lo llevan hasta el límite, a ese momento en el que sus cuentos no sirven más, se ve desenmascarado por el otro aserrador que trabaja allí. Sin embargo, Simón es un pícaro, y algo se inventará. Este cuento está incluido en la antología de Cuentistas antioqueños, selección de Samper Ortega, y en la recopilación Cuentos y relatos de la literatura colombiana (Tomo I), hecha por Luz Mary Giraldo.
URI : http://biblioteca.udea.edu.co:8080/leo/handle/123456789/3941
Aparece en las colecciones: SILC

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