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Título : Custodia o la emparedada
Autor : Cordovez Moure, José María (Autor)
Palabras clave : Creación literaria;Cuento;Literatura del siglo XIX
Editorial : : s.e
metadata.dc.description.notes: Análisis y sistematización de información: Juan Felipe Ospina Villada, investigador Universidad de Antioquia.Proyecto: 1500 obras de la literatura colombiana en el Sistema de Información de la literatura colombiana -SILC. Investigadora principal: Olga Vallejo M y Gustavo A Bedoya.Institución: CERLALC y Gestión tecnológica de la Vicerrectoría de Extensión de la Universidad de Antioquia, 2009-2010.
Resumen : Al parecer, según Helena Caro, fue sólo a los cincuenta seis años que José María Cordovez Moure se dedicó de lleno a la escritura. Antes había tenido que trabajar en diversos oficios para poder mantenerse, alternando aquello con las tertulias de la Librería Americana y de El Mosaico, pero fue sólo hasta esta edad que pudo consagrarse a la literatura. Nació en Popayán el 12 de mayo de 1835 y murió en Bogotá el primero de julio de 1918. Custodia o la emparedada es un cuadro descarnado. Cuenta la historia de una mujer, Custodia, cuya suerte consistió en ser brutalmente torturada por su patrona. Ésta, carcomida por los celos, se dedicó a aplicar el mayor sufrimiento posible a su supuesta rival. Los celos fueron producidos por el comentario que hizo un hombre, en el cual la patrona había puesto sus esperanzas de matrimonio, alrededor de lo atractiva que era Custodia, la empleada. Luego de haberle infligido dolores inimaginables, Trinidad Forero, así se llamaba la patrona, emparedó a la desdichada en uno de los muros de su casa, pero sin haberla matado todavía. Cada tanto le daba comida para que no muriera, para que tuviera alientos de seguir sufriendo. Había un orificio dedicado a este fin, cuyo abertura daba al a calle. Fue a través de este hueco que un par de soldados pudieron darse cuenta, mientras orinaban allí junto y no sin llevarse un susto mayúsculo, de que algo había, al parecer una mano fantasmal, dentro de esa casa. Dieron parte a sus superiores y luego procedieron a revisar la casa, por encima de la hostilidad de su dueña. En el momento en el que encuentran a Custodia, nadie quiere retirarla de donde está, puesto que despide un olor pútrido insoportable. Así que le ordenan a una mujer que pasa por la calle que realice este trabajo. Trinidad, en un acto de supremo desprecio y sin rastro de arrepentimiento, le dice a Custodia, luego de que los médicos han logrado sanar en algo sus heridas, y poniéndole un espejo en frente, que ""¡Ya no se casará aquél con la criadita bonita!"". Este texto está incluido en el libro Reminiscencias de Santafé y Bogotá, escrito también por José María Cordovez Moure, en el apartado de ""Crímenes Célebres""; además está en el libro Cuentos y relatos de la literatura colombiana (Tomo I).
URI : http://biblioteca.udea.edu.co:8080/leo/handle/123456789/3940
Aparece en las colecciones: SILC

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