Biografía de José David Guarín

Abstract

Nació en Quetame, Estado de Cundinamarca, el 28 de noviembre de 1830. Estudió literatura en el Colegio del Rosario y en el de la Compañía de Jesús, en Bogotá. También hizo estudios de filosofía y jurisprudencia en el San Simón, de Ibagué.

Sus primeros escritos datan de 1856, cuando publicaba en periódicos como El álbum, El neogranadino y La esperanza. Además de éstos colaboró en la mayor parte de periódicos políticos y literarios del país de su época, como por ejemplo La biblioteca de señoritas, El tiempo, La república, El nuevo mundo, El valle, de Cúcuta, y El oasis, de Medellín. También fue redactor de El hogar, La ilustración, El rocío, El vergel, La tertulia y La pluma. Como cónsul de su país en San Francisco de California también escribió en periódicos como El nuevo mundo, La crónica, El tecolote y Las novedades, de Nueva York.

De los trabajos que realizó por más de cuatro años para El mosaico provienen los que se consideran sus mejores artículos, cuentos y cuadros de costumbres, entre los que podemos citar títulos como Entre usted que se moja, Mi primer caballo, Un día de San Juan en tierra caliente, Mi cometa, Un robador de tigres, Vamos a fiestas, Una docena de pañuelos, Las carreras y Los toros.

En 1869 la Imprenta del Estado, de Bogotá, publica sus Artículos de costumbres y en 1880 la Imprenta de Zalamea hermanos da a conocer un volumen titulado Obras de J. David Guarín, en el que se incluyen cerca de 55 textos del autor. Además de eso, se conocen sus novelas de costumbres Las tres semanas y Cuando dos se quieren bien, esta última obsequiada por el escritor al Teatro de Bogotá, así como su poema La soledad, considerado por muchos como uno de sus textos más acabados.

Guarín falleció en Chiquinquirá, Boyacá, en 1890.

En el prólogo a las Obras de J. David Guarín (1880), dice Adriano Paez: ""A dos géneros literarios ha consagrado Guarín su pluma: la novela y los escritos de costumbres. Para aquél tiene facultades que indica así Samper en el prólogo que escribió al primer volumen de los artículos de David: ""claro talento de observación, sentimiento delicado y vivaz, amor a todo lo bueno y lo bello, moralidad de espíritu y de juicio, y sencillez en la narración o en la exposición de cosas . Cuando da rienda suelta a su talento particular, sus pinceladas son siempre vigorosas, rápidas y expresivas, porque son tan verdaderas"" (VII).