La guaca maldita

Abstract

Jörg Hiller García es colombo-alemán, nacido en Barranquilla en 1975. Estudió Comunicación Social con énfasis en Dirección de Cine en Emerson College en Boston. Desde 1998 se ha dedicado a la escritura de guiones de cine y libretos para televisión. Ha sido seis veces ganador de becas del Ministerio de Cultura. Ha escrito los guiones de las siguientes películas colombianas: Como el gato y el ratón (2002) y Esto huele mal (2007). Ha escrito y dirigido cinco cortometrajes fílmicos propios. En su trabajo como libretista para televisión se ha destacado con series como La Baby Sister, Solterita y a la orden, Mesa para tres, Casados con hijos, Por amor a Gloria y La Diva.

Es el autor del guión de la película Soñar no cuesta nada, que en el 2006 batió récords de taquilla en el país y fue postulada para los Premios Goya de España. La guaca maldita es su primer acercamiento a la crónica periodística.

Jörg Hiller García, guionista y libretista, presenta esta crónica periodística que gira en torno al escándalo nacional desatado a causa del hallazgo y apropiación por parte de un grupo de soldados de un tesoro escondido por la guerrilla. El libro está escrito con la tensión y el suspenso de un thriller cinematográfico y con la información de primera mano del teniente Jorge Sanabria, el hombre que descubrió la guaca millonaria de las FARC y que sabe dónde están escondidos los toneles llenos de dólares en las selvas del Caguán, en el Caquetá.

El argumento abarca los acontecimientos sucedidos cuando un pelotón del ejército de contra-guerrilla de Colombia se encuentra con una guaca: millones de dólares enterrados en canecas, en la mitad de las selvas del sur del país. Los soldados guardan en sus tulas las cantidades que pueden y en la primera oportunidad en la licencia de descanso, enloquecidos por el dinero recién encontrado, lo gastan en prostíbulos, ropa fina, carros, equipos de sonido, televisores, satisfaciendo gustos aplazados de una manera tan exagerada que despiertan inmediata sospecha entre sus superiores. Finalmente son descubiertos por coroneles y generales y la mayoría de los soldados terminan detenidos. Esta situación planteó disyuntivas éticas y jurídicas que aún están por resolver: ¿a quién le pertenecía finalmente un dinero enterrado, mal habido desde sus orígenes, pues había sido obtenido por la guerrilla a través del tráfico ilegal de droga o el secuestro?

En La guaca maldita, hay presencia de un narrador omnisciente que en tercera persona ofrece todos los detalles sobre los hechos e incluso conoce los pensamientos que rondan por la cabeza de los personajes. En algunos apartes del libro, la voz del narrador da paso a las voces de los protagonistas de la historia, cuyos testimonios son registrados entre comillas con el fin de dar mayor credibilidad al conjunto del texto.