Al son que me canten cuento

Abstract

Libaniel Marulanda Velásquez, escritor y compositor. Nació en Calarcá (Quindío) en 1947. Ganador de cuatro primeros premios nacionales de cuento y una docena más en segundo y tercer lugar. Son estos cuentos los que se recopilan en ""Al son que me canten cuento"". Varios de sus trabajos se incluyen en nueve obras colectivas, referenciadas por la crítica literaria en los libros ""Breve historia de la literatura del Quindío"", ""Primer concurso de cuento innovador"", ""Cátedra de la quindianidad - Tomo 1"", ""La narrativa del Quindío"" y ""Didáctica de la narrativa quindiana"". En 1995 compiló algunos de sus relatos en un libro con el título ""La luna ladra en Marcelia"". En el año 2000 produjo el disco compacto ""El yiao y otras canciones"" con Álvaro León; en el 2005 ""Poetango"", con Ana Patricia Collazos; y en el 2007 ""Romance de barrio"", con Álvaro Perdomo. Es fundador y director de la agrupación musical Los muchachos de antes y de la revista musical ""Poetango"". Fue presidente de la asociación cultural Artistas a la calle (Calarcá, Quindío).

Dividido en dos partes, ""Al son que me canten cuento"" (17 cuentos escritos entre 1997-2007) y ""La luna ladra en Marcelia"" (21 cuentos escritos entre 1983-1995), este libro reúne cuentos narrados en su mayoría en tercera persona, que tocan siempre alguna situación cotidiana o problemática de Colombia con un lenguaje sencillo, tono cómico-paradójico y sorpresivo final. Encontramos, así, una variada galería de temas (la infidelidad, el fracaso de un escritor, el arte, el abuso de poder, la guerra, el terremoto del Eje Cafetero) y personajes (artistas, sicópatas, curas homosexuales, policías, guerrilleros, inmigrantes; con menciones concretas al jefe guerrillero Marulanda, y al asesino Garavito, entre otros) desarrollados en diversas épocas y lugares (México, pueblos apartados de Colombia, el pueblo imaginario de Marcelia, cuyo nombre es ""una sopa de letras entre Calarcá y Armenia"", en palabras del autor).

Algunos de estos cuentos revelan técnicas de escritura no convencional: relatos de más de una página escritos sin puntuación (""La silla vacía"", ""Que la tortilla se vuelva"" y ""Un ataúd para papá""), o relatos que fusionan diferentes tiempos verbales (""En el Niágara""). Al final de cada cuento se refiere el premio que ganó.

La primera parte del libro viene presentada con un prólogo de Lisandro Duque Naranjo, que busca situar al autor en la historia de la literatura del Eje Cafetero y del resto del país.

La segunda parte de esta publicación ya había visto la luz como libro independiente en 1995 (el primero de relatos del autor) con un prólogo de César Valencia Solanilla en el que se hace un breve recorrido histórico por la narrativa colombiana de los setentas con respecto a la violencia y la identidad cultural. En la presente edición esta segunda parte viene acompañada de 12 ilustraciones a blanco y negro, y una a color como presentación, de Cristina Rueda Traslaviña.

El libro tiene un epílogo de Umberto Senegal. Contiene, además, un disco compacto en voz y dirección de Ana Patricia Collazos con ocho narraciones del libro: ""Navidad en Eisleben"", ""La silla vacía"", ""Que la tortilla se vuelva"", ""El club del despecho"" y ""El olor del encierro"" (primera parte); ""Aguas arriba"", ""La luna ladra en Marcelia"" y ""Bajo un cielo de estrellas"" (segunda parte).

Edición con el apoyo del Fondo Mixto de la Promoción de la Cultura y las artes del Quindío y de la Dirección de Cultura de la Gobernación de Quindío.