León de Greiff

Abstract

Leon de Greiff Haeusler nació en la ciudad de Medellín en 1895 y murió en Bogotá en 1976. Fue bachiller del Liceo de la Universidad de Antioquia, donde cursó tres semestres de ingeniería en la Escuela de Minas. Formó parte del grupo de jóvenes que editó en 1915, en Medellín, la revista ""Panida"", y del grupo que en Bogotá publicaron, en 1925, la revista Los nuevos. Publicó: ""Tergiversaciones"" (1925), ""Libro de los signos"" (1930), ""variaciones alrededor de nada"" (1936), ""Prosa de Gaspar"" (1937), ""Fárrago"" (1954) y ""Nova et vetera"" (1973). En el año 2004, la Universidad Nacional de Colombia editó, en tres tomos, la totalidad de su obra poética.

En esta breve antología del célebre poeta León de Greiff encontramos todo lo que en un poeta de su estilo podemos hallar: una lírica que crítica el mundo en el que anda, una lírica casi escéptica, versos que a cada trazo están llenos de grandes ironías. Por ejemplo, en la famosa ""Balada del mar no visto¿ ""sus ojos no han visto el mar, pero sí han sido testigos de actos más impunes y dolorosos.

Se encuentra en la misma balada (y en muchos de sus poemas) versos que se ""colman"" de palabras, que los vuelven amplios, casi incomprensibles, tenemos así una lírica repleta, un verso cargado. Por ejemplo: ""La cántiga ondulosa de su trémula curva¿"". Los versos apuntan así a una simbología intrincada.

Muchos de sus poemas están colmados de vida, en los versos se funden los actos cotidianos del poeta y se da cuenta de éstos en su poesía. Por ejemplo, el poema ""Tergiversaciones"" surge de la observación que hace el poeta de la manera en que le ven los demás. Muchas veces está presente en el verso que el poeta no hace nada, lo que importa es el simple transcurrir de la vida, en muchos de sus poemas se expresan este tipo de experiencias.

Encontramos además en la poesía de León de Greiff una vuelta a lo tradicional. Se rescatan en sus poemas algunas formas populares de hacer versos (canciones, coplas, romances, baladas), además de que se explora la parte significativa e intrincada de las palabras arcaicas, que llenan los versos por doquier.