El hijo de la selva

Abstract

En un intento por rescatar la historia de la Guajira colombiana, Jesualdo Morales Balcázar escribe un texto en el que la historia y la leyenda se encuentran. El narrador se sirve de uno de los personajes legendarios de la historia tradicional de la Guajira, el Hijo de la Selva, para reconstruir la historia de su región a partir de principios del siglo XVII. Durante los primeros capítulos se narra la mágica aparición del Hijo de la selva y su progresiva constitución como héroe. A medida que avanza la narración, se recopilan en pequeños apartados datos respecto a la época de la conquista española en la región. De modo que la novela está constituida por la superposición de apartados narrativos e históricos que no llegan a integrarse como unidad. Junto a la narración del enamoramiento del personaje aparecen breves capítulos en los que se describen los métodos de esclavitud impuestos por los españoles a los indígenas.

Además de ello, en la novela también aparecen largas disertaciones éticas y morales presentadas como discursos pronunciados por el personaje protagonista en su ejercicio de reflexión y configuración como héroe. Esa constitución como héroe se consolida a partir de la batalla que el Hijo de la selva emprende contra los españoles. Luego de la ""Batalla de la dignidad"", ubicada justo en la mitad de la novela, el personaje retoma sus cualidades místicas para descubrir el elixir de la vida y así, lograr sobrevivir a la vejez. A partir del descubrimiento del elixir el personaje puede transformarse en diferentes animales que viajan en el tiempo para opinar respecto a: el Congreso, el presidente, el TLC y demás temas de la actualidad política del país.

Hacia el final del texto se señala el modo en que el apellido Cariachil se disuelve hasta llegar a los apellidos de los actuales habitantes de la región, los cuales son enumerados en el último capítulo del texto ""Algunos hijos e hijas de la selva"". De ese modo, el texto finaliza con la afirmación de que el Hijo de la selva es un espíritu que permanece en cada uno de los habitantes de la Guajira como una fuerza motora de progreso. El narrador de la novela no es una instancia fija, pues constantemente cambia de persona de acuerdo a la intensidad de la opinión del escritor o a la naturaleza del apartado del texto (histórico o narrativo). La división por apartados históricos y narrativos de los capítulos del texto, junto a la ruptura de la linealidad cronológica, impiden otorgarle al texto la categoría de novela histórica.

En el Suplemento del libro aparecen fotografías de los familiares del escritor, y de él mismo, en los lugares representativos de la región.