Mensajeros del tiempo

Abstract

Los poetas huilenses Emiro Merlano Rueda y Pedro Licona presentan con su libro ""Mensajeros del tiempo"" una poesía asible en sus metáforas, llena de alusiones al amor, a la naturaleza, a la grandeza del universo y a los juegos del destino.

El libro se divide en dos partes -cada una elaborada por uno de los autores-: la primera, ""Montaña Morada"" de Merlano Rueda, está compuesta por poemas breves que retratan un amor sencillo y devoto instalado en diversos espacios: playas, ciudades, campos. Sus imágenes y su lenguaje en general son sosegados, son las de un amor correspondido lleno de armonía, pero, a veces, tal sentimiento está ausente y la tranquilidad de lo que se sabe cierto queda convertida en un flujo detenido. La segunda parte, ""Mensajeros del tiempo"" de Licona, es el dibujo de aquello que desde el principio de los tiempos se ha manifestado como inexorable, fuera del control de los conocimientos humanos. A diferencia de la primera parte del poemario, aquí los versos son más extensos y las imágenes y el lenguaje adquieren la complejidad particular de lo desconocido.

En ""Mensajeros del tiempo"" el poeta es un enviado, del amor en particular y del universo en general. La poesía ""es el presagio de toda clase de riesgos, // Cuando el hombre embriagado de gloria, // Luego del alcohol y la fiesta: // Se guarece en las aguas del río; // decide leer su verdad en la piel de un cosmos que // persiste en serle ajeno.""*

* Fragmento del poema ""Leer la verdad en la piel de un cosmos que // persiste en serle ajeno""; pág. 59.