El versionista

Abstract

Cristo García Tapia nació en Chochó, Sucre. Se graduó de Filosofía y Letras y es Especialista en Gerencia de Recursos Humanos.

""El versionista"" recoge más de setenta artículos escritos por Cristo García para El Universal y El Espectador entre 1989 y 2005. La prosa del autor es constante en su lirismo, las alusiones al tiempo de la infancia y a determinadas características naturales de la zona de la costa Caribe con las cuales él encuentra gran identificación y que se tornan poéticas en la medida en que se convierten en imágenes de la nostalgia.

La nostalgia, es, de hecho, el motor de la escritura de Cristo García. La primera parte del libro recoge una serie de evocaciones familiares. El periodista trae del recuerdo sus primeros amores, el patio de la casa, el padre, la niñez de sus hijas y, en más de una ocasión, a la madre. De esta manera, la prosa periodística además de lírica es intencionalmente construida desde la experiencia vital del escritor. A través del vínculo con las personas que retrata, apela a la sensibilidad del lector, atrapa su atención para luego desarrollar plenamente una serie de ideas.

De la nostalgia por un pasado perdido común a muchos de sus lectores de El Universal, la temática se traslada a la descripción de instantes cotidianos de la ciudad. Se detiene sobre puertas, ventanas, relojes, insistiendo en la transformación de la ciudad. Para ello recurre a personajes de la tradición literaria como a Ulises y al Gran Kahn de Calvino en ""Las ciudades invisibles"".

El abordaje de los temas de guerra tiene un tono de denuncia. Coherente con su estilo, es más frecuente encontrar que cite un par de hechos concretos para luego hacer, a través de metáforas y de imágenes, una reflexión de tono más general. La nostalgia vuelve a aparecer en el tercer bloque de artículos, pues la mayoría son epitafios, homenajes a escritores y personalidades culturales fallecidas. Se preocupa por destacar su valor literario al tiempo que los inserta en la dinámica de la vida cotidiana; para hablar de la muerte de Cortázar, habla al mismo tiempo de ese domingo en París y de lo que él estaba haciendo -sus ocupaciones cotidianas- en ese mismo momento en Cartagena.

En la última parte del libro se encuentran compiladas, en su mayoría, celebraciones a la cultura Caribe que culminan con una oración por Cartagena, en tiempos del huracán Katrina, haciendo un paralelo cultural entre las dos ciudades.