La herida intacta

Abstract

Mauricio Contreras Hernández nació en Bogotá en 1960. Es poeta, ensayista y traductor. Además, se desempeñó como director de publicaciones de la Editorial Magisterio por varios años. Ha escrito diversos libros de poesía: ""Geografías"" (1988), ""En la raíz del grito"" (1996), ""De la incesante partida"" (2003), y ""Devastación y memoria (antología personal)"" (2005). También ha trabajado como investigador en pedagogía, publicando diversos libros sobre el tema.

En el año 2005 este libro de poemas fue galardonado con el Premio Nacional de Poesía Ciudad de Bogotá, certamen auspiciado por la Alcaldía de la capital. El jurado del evento estuvo integrado por Augusto Pinilla Vargas, Gonzalo Márquez Cristo y Antonio María Flórez Rodríguez.

""La herida intacta"" está divido en tres secciones: ""Mediodías de insomnio"", ""La herida intacta"" y ""El lenguaje de la tribu"". En la primera parte, se encuentran composiciones en verso, sin rima, sin métrica, ni signos de puntuación. En estas primeras composiciones fragmentarias hay tres temas dominantes: el erotismo, la vida cotidiana del hogar y la infancia. El yo poético intenta conjurar sus experiencias en espacios interiores (siempre a puerta cerrada) para otorgarles un significado valioso, mientras el exterior amenaza con su indiferencia.

La segunda sección del libro lo constituyen una serie de composiciones en prosa, acompañadas por signos de puntuación. El tema de esta parte es la poesía misma, las reflexiones del poeta sobre su quehacer artístico, entroncadas con la problemática que inició con Holderlin. Abre la sección una serie de poemas sobre el lugar preponderante que tenía la palabra poética en las sociedades tribales y termina con el desarraigo en el que se halla sumida en la cultura moderna. En medio de la oposición tenemos que la labor de la poesía es la de establecer un vínculo con lo más elemental, esto es, instaurar un enlace con lo real que aún no ha sido nombrado. ""El lenguaje de la tribu"", la última sección del libro, está constituida por un solo poema, también en prosa y con signos de puntuación, que intercala versos bíblicos y de Paul Celan. Este poema puede tomarse como la conclusión de la problemática que aborda el poemario, ya que es una reivindicación del lenguaje entre tantas indiferencias, desarraigos y catástrofes del mundo contemporáneo.