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Título : Lectura crítica de las historias literarias colombianas
Autor : Escobar Mesa, Augusto (Autor)
Palabras clave : Publicaciones periódicas;Material historiográfico;Prensa del siglo XX
metadata.dc.description.notes: Análisis y sistematización de información: Alfredo Laverde Ospina, profesor Universidad de AntioquiaProyecto: Los procesos de canonización de la novela colombiana en la historiografía literaria nacional (2005-2007) Investigadora principal: Olga Vallejo MurciaInstitución: Universidad de Antioquia: Facultad de Comunicaciones, Grupo de Estudios Literarios
Resumen : El autor inicia su escrito manifestando la importancia que tiene el estudio de las diversas historias de la literatura colombiana para la comprensión de la tradición literaria que permitió la aparición de Gabriel García Márquez. Configurada o no la tradición literaria colombiana, es un hecho que de ella se nutrió el autor de Cien años de soledad. De hecho existe una lista de autores importantes antes y después de él. El estudio se inicia con las apreciaciones relacionadas con la Historia de la literatura de la Nueva Granada (1538-1820) de José María Vergara y Vergara publicada en 1867. Según Escobar Mesa, la importancia de esta obra en el ámbito continental y nacional es incalculable, pues es el primer esfuerzo por recuperar y recopilar fuentes bibliográficas que se habrían perdido inevitablemente. Con miras a argumentar la importancia de esta obra, Escobar recurre a los juicios de Manuel Ancízar y Antonio Gómez Restrepo. Este último como el autor de la segunda historia de la literatura colombiana más importante. Con respecto a la Historia de la literatura colombiana (1918) de Gómez Restrepo, es innegable su importancia aunque se centre, tan sólo, en la literatura producida desde el siglo XVI hasta la primera mitad del siglo XIX. Resalta Escobar que esta obra haya sido considerada por Héctor H. Orjuela como la mejor historia de la literatura realizada en el país y afirma que en ella se efectúa un trabajo arqueológico sirviéndose de diversos métodos de trabajo de la historiografía literaria que va desde Saint-Beuve, Hypolite Taine, Ticknor, Ferdinand Brunetière y George Brandes. Otra historia que destaca es La literatura de Colombia de Javier Arango Ferrer de 1940. Resaltada por su ""carácter comprehensivo"" y un verdadero hito de la historiografía literaria nacional por Héctor Orjuela, tiene su mayor acierto en contextualizar y mostrar los inicios de la tradición literaria, así como el no sometimiento a la clasificación rigurosa de las periodizaciones tradicionales. Sin embargo, según Escobar, este trabajo no es superior al de Gómez Restrepo debido a su carácter de síntesis. En lo relacionado con diversos aportes a estudios historiográficos, Escobar Mesa menciona la Historia de la literatura colombiana de José Joaquín Ortega, publicada en 1934 que, aunque es más una antología de fragmentos presenta un panorama global de gran importancia para los estudios de recepción de textos literarios. También están las obras de Baldomero Sanín Cano y Rafael Maya. Las obras de estos autores más que historias son compendios de ensayos cuya importancia se centra en su perspectiva con respecto a la literatura colombiana. De igual manera, en su calidad de colecciones de ensayos y conferencias, carecen de sistematicidad y se someten a criterios pedagógicos, además de la no recurrencia a las fuentes. En términos generales, para Maya, la inexistencia de una literatura nacional se explica por la ausencia de autonomía y de madurez de pensamiento natural en un pueblo adolescente. Por el contrario, Sanín Cano encuentra rasgos propios en la literatura nacional surgidos de las influencias española, francesa e inglesa. Esta multiplicidad de influencias no menoscaba la originalidad ni mucho menos denuncia pobreza. Además de los estudios anteriores, Escobar Mesa menciona el trabajo de José A. Nuñez titulado Literatura colombiana. Sinopsis y comentarios de autores representativos (1952), considerada por Maya como la mejor historia de la literatura escrita en Colombia. No obstante conserve el modelo cronológico tradicional y un marcado criterio didáctico y conservador propio de la calidad de religioso del autor. Por último, se refiere al trabajo de Eduardo Camacho Guizado Sobre literatura colombiana e hispanoamericana de 1978 que como parte de un compromiso editorial en Argentina es breve e incompleto (no se trabaja ensayo ni teatro). Otros trabajos son: los ensayos sobre literatura colombiana de María Teresa Cristina, Eduardo Camacho Guizado y Rafael Gutiérrez Girardot publicados en el Manual de historia de Colombia (1978-1980), que si bien carecen de articulación, debido al tono distinto de cada uno y ausencia de continuidad entre uno y otro, es una excelente visión panorámica de la literatura colombiana. Por último, el profesor escobar se refiere al número monográfico sobre literatura colombiana de la Revista Hispanoamericana de Pittsburg Nos. 128-129 de 1984 dirigido por Armando Romero. En términos generales, esta colección de trabajos -sobre la literatura colombiana del siglo XX- presenta rigor en la documentación pero independencia entre un trabajo y otro. Bajo esta misma perspectiva se publica el Manual de literatura colombiana en 1988. Esta última obra se constituye en un verdadero colectivo de la crítica. En esta obra claramente sistemática, comprensiva y actualizada, se acude a teorías y métodos de análisis vigentes, así como a las nuevas orientaciones de la historiografía literaria. Sin embargo, los ensayos de esta obra carecen de una visión articulada de la literatura colombiana que, indudablemente, refleja la riqueza del mapa cultural colombiano. Bajo el mismo criterio de los trabajos monográficos se realiza la colección de ensayos Literatura y cultura. Narrativa colombiana del siglo XX (2000) y los ensayos recogidos bajo el título Literatura y diferencia. Escritoras colombianas del siglo XX (1995) de Mercedes Jaramillo, Betty Osorio y Ángela Robledo. Para terminar, Escobar Mesa se refiere a la obra de Héctor Orjuela, Historia crítica de la literatura en Colombia (1992), de la cual se han publicado cuatro tomos dedicados al período colonial y a literatura indígena. Según el profesor Escobar, de completarse el proyecto se llenará el vacío existente en las letras nacionales. La gran novedad de su obra se centra en el tratamiento comprehensivo de la literatura y no en estudios monográficos exclusivos de géneros literarios, movimientos o literaturas regionales. Este proyecto de literatura crítica está acorde con las nuevas tendencias de la historiografía literaria, entre las que se puede mencionar los trabajos dirigidos por César Fernández Moreno (América Latina en su literatura de 1972) y Ana Pizarro (América Latina: palavra, litreratura e cultura de 1993).
URI : http://biblioteca.udea.edu.co:8080/leo/handle/123456789/2146
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