De la inmoralidad del silencio: Tuluá, microcosmos de Colombia en Cóndores no entierran todos los días

Abstract

Lectura de Cóndores no entierran todos los días, novela que desde el género testimonial encuentra en la oralidad de la voz enunciadora la defensa del orden establecido, la verdad impuesta y la tradición que ocultan los intereses de la oligarquía. Este discurso simulador del poder dominante allana el camino para que la población se apropie de la misma simulación y desarrolle una cultura del silencio. Por esta razón el autor real sindica a Tuluá de la continuidad de la violencia y a la sociedad colombiana. El ocultamiento de la verdad por parte del pueblo se carga de valoración ética en cuento revela sumisión al poder que permite la hegemonía política que no deja surgir una resistencia que ponga fin a tal situación. De esta manera, la novela se configura como forma de lucha, cuyo marco es el de la represión institucionalizada y el de la inmoralidad del silencio contra los cuales el autor se resiste tras la figura de un narrador que se presenta como construcción estratégica de su propia ideología y se erige en su triple función de testigo, actor y juez de los acontecimientos.