Mito: memoria y legado de una sensibilidad

Abstract

Entre otros datos acerca de la revista Mito, Rafael Humberto Moreno Durán expone que el tiraje de la revista rondaba los mil y los mil quinientos ejemplares, y que al convertirse en editorial publicó tres series de libros. El autor hace alusión a la editorial inicial de la revista, en donde se establecen dos ideas de sumo valor para la recepción de la revista, pues han sido establecidas en varias ocasiones por los críticos e historiadores. Esas ideas tienen que ver con la posición de la revista, al establecer que “las palabras están en situación”, y la idea de su fin, que “el lenguaje haya sido llevado a su máxima densidad o a su máxima tensión, más exactamente, en donde aparezca una problemática estética o una problemática humana”. Para Moreno Durán la revista representa uno de los mayores estados de la vida literaria e intelectual de Colombia: “Es obligado decir que si algún grupo existe ése es Mito, pues fue esta revista la que nucleó y catapultó allende nuestras fronteras la obra de los narradores costeño” (25), refiriéndose a García Márquez, Cepeda Samudio, Rojas Herazo y “el sabio catalán” [Vinyes], es decir, al “Grupo de Barranquilla” que el crítico parece desconocer en sus apreciaciones. Asimismo, Moreno Durán se permite sentenciar: “Mito nació y murió aguijoneada por los dos extremos más acusados de la reciente literatura colombiana: la novela terrígena y el soberbio analfabetismo nadaísta” (26). El autor se “adscribe” a posteriori al legado cultural de la revista, lo que también descubre en Juan Gustavo Cobo Borda, Darío Jaramillo Agudelo y Armando Romero, otros críticos de Mito, pertenecientes a la misma generación de Moreno Durán: “No es raro que algunos de nosotros hayamos intentado proseguir la aventura espiritual trazada por Gaitán Durán, en Eco, revista colombiana que surgió por la misma época de la desaparición de Mito y en la que muchos de sus colaboradores han encontrado estímulos para proseguir la obra de la generación procedente, aunque bajo nuevas directrices” (28). Para terminar, el autor concluye: “Mito, entre nosotros, supo perpetuar esa aventura del espíritu y en algunos momentos consiguió hacernos superar los oprobios de la realidad: en ello radica la validez de su legado y su perdura lección” (29). La versión digital del artículo puede encontrase, en: http://publicaciones.banrepcultural.org/index.php/boletin_cultural/article/view/2713