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Título : La conquista de Bizancio
Autor : Vargas Vila, José María (Autor)
Palabras clave : Creación literaria;Novela;Literatura del siglo XX
Editorial : Medellín: Editora Beta
metadata.dc.description.notes: Análisis y sistematización de información: Marta Quiñónez, estudiante del Pregrado en Letras: Filología Hispánica y del programa de Traducción de la Universidad de AntioquiaProyecto: José María. Con una actualización bibliográfica. Trabajo de grado de pregrado, 2009-2010.Asesora: Olga Vallejo MurciaInstitución: Universidad de Antioquia: Facultad de Comunicaciones, Grupo de investigación Colombia: tradiciones de la palabra.
Resumen : ""La conquista de Bizancio""; dice el autor en el prologo con respecto a la escritura y publicación de este libro: ""lo que distingue a la crítica, es la incomprensión; un crítico capaz de comprender una Obra de Arte, no sería ya un crítico, sería un artista; un artista realiza la obra de arte, no la mutila, un bárbaro la mutila y no la hace; de ahí la lapidación de ciertos libros; no se puede nada contra ellos, todo lo que se hace para abatir un libro, no sirve sino para enaltecerlo, insultar un libro no es combatirlo, es propalarlo; eso sucedió con este libro; pero entonces, como siempre, nada pudo contra el libro el rigorismo incongruente de aquellos papagayos tartamudos; el libro venció, sin preocuparse por las nubes que el Odio formaba por debajo de su velo."" (Ibíd.., Pág.9) Esta novela narrada en primera persona esta construida con un solo hilo narrativo, una historia, un drama de dolor, de muerte y desencanto. El personaje principal está contando como traiciono a su maestro y antes de su muerte el maestro le hace saber toda la tragedia que ha vivido por culpa de quién él acogió en su casa y amó como un hijo, la traición siempre está en primera fila en las historias de Vargas. Dice el narrador: ""el Hombre, es el propio arquitecto de su Yo; cada uno, es el escultor de su propia estatua, por el fenómeno de la voluntad, el hombre se crea así mismo; él es quien labra sus propios triunfos, o hace sus derrotas, vencedor o vencido, el Hombre no lo será sino por sí mismo; no hay destino ni predestinación, Ventura ni desventura sobre la tierra, sino en el corazón mismo del hombre, la palabra fortuna es tan imbécil, como los labios del ateo, como la palabra Providencia, en los labios del creyente; cada Uno lleva su providencia en sí; o mejor dicho, el Hombre es su propia Providencia; el hombre es un productor de hechos, no un juguete de ellos, y no hay soberanía sobre nuestra soberanía, sino soberanías sobre la nuestra, a las cuales no hay que reconocer, sino vencer."" (Ibíd., Pág.29) Todo esto reflexiona el joven alumno mientras ve morir su maestro, sabe que fue un hombre bueno y confiado y por este sentimiento despertó en él sentimientos contrarios, amar a su discípulo fue su perdición. Las mujeres siempre aparecen en estas novelas, con nombres pero inexistentes, son amantes que en el momento de la maternidad comienzan a ser odiadas y generalmente, son las queridas de los artistas que son hombres libres, pero hombres llenos de deseo, la bestia habita en ellos, como el ser femenino que tanto desprecian. Estas novelas son de largo aliento, los capítulos no son bien definidos, pero generalmente la historia es circular, tiene un final en punta. Es una novela digerible para un lector promedio, pero por los datos que contiene, creo que fue escrita para otro tipo de público mas especializado.
Descripción : 250 p.
URI : http://biblioteca.udea.edu.co:8080/leo/handle/123456789/5532
Aparece en las colecciones: SILC

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