Comentarios. La Historia de la literatura colombiana por Antonio Gómez Restrepo

Abstract

Inicia el padre salesiano José Joaquín Ortega Torres su comentario de La Historia de la literatura colombiana con un parangón entre quienes considera dos de los más representativos exponentes de la crítica literaria en lengua española: Antonio Gómez Restrepo, autor de la Historia que lo ocupa, y el sabio español Marcelino Menéndez y Pelayo. Además de la ""erudición portentosa"", la ""privilegiada memoria"" y la ""copiosísima biblioteca"" de ambos eruditos, así como sus posibles diferencias de ""casticísimo estilo"", lo que para Ortega Torres caracteriza su aporte a las bellas letras es el hecho portentoso de que sus obras sean la reunión de su espíritu crítico y su ""delicado sentimiento poético"". Esta condición de contrapunteo entre la rigurosidad y el sentimiento hace que la Historia de la literatura de Gómez Restrepo adopte en la mente del padre salesiano la forma más alta de lo que debe ser la crítica literaria: ""Sólida y profunda en doctrina, se hermana con múltiples sentimientos de armonía que dan belleza y variedad a la unidad del conjunto, expuesto en un estilo que brilla por sencillo y natural, correcto y ameno, nítido, delicado, transparente..."" Debe también el crítico velar por la unidad de la lengua, a través de la exclusiva consideración de ""valores auténticos e inmutables"". Tarea, por lo demás, tomada como un ""servicio inestimable"" a la patria, pues se trata, como lo ha conseguido la Historia de Gómez Restrepo, de reactualizar el canon de la literatura colombiana sacando ""a la luz tantas cosas que dormían sepultadas en el olvido"". Así, pues, figuran en la ésta prosas y poesías inéditas de autores omitidos por los historiógrafos anteriores: la Madre María Petronila Cuéllar, los padres Manuel Rodríguez y Francisco de Figueroa y don Manuel Antonio del Campo y Rivas, sólo asomándonos a la época colonial.