Autocrítica

Abstract

Ahora tiene miedo de todo. De los cuadros de la abuela, del niño Dios con ojos de vidrio y de los fantasmas en los rincones de la casa. Antes no tenía miedo ni nada de esas cosas, porque antes su papá todavía estaba vivo. Pero su papá murió en un accidente de tránsito y ahora es la abuela quien cuida de ella. De ella y de Alicia, que es mayor. Recuerda las veces que jugaba en la playa y se tiraba a rodar por la loma y su papá siempre le dejaba libre y tranquila. Mientras que su abuela le dice que todo eso debe acabarse, para que se convierta en una niña de bien. No logra comprender qué tiene de malo la playa y dejarse el pelo suelto para que el viento lo infle, ni tampoco que tiene de malo que Alicia sea novia de Jorge. Pero su abuela está furiosa y dice que eso no está bien, que nunca debió haberle ocultado lo de Alicia. Ella sigue sin entender aunque se siente culpable por la indignación de la abuela, y llora, y luego pide perdón. Le cuenta todo lo que respecta a Alicia y a Jorge, cómo se besan y se bañan desnudos en el mar. Cuando su papá estaba vivo dejaba que Alicia saliera con Jorge, pero con la abuela todo es distinto. Y para calmar su culpa dice mentiras. Dice mentiras y siente asco, y le dan ganas de vomitar. La cuestión es que tiene miedo, y en tanto diga todo lo que la abuela quiera escuchar, no la dejará dormir sola esta noche. Marvel Moreno nació en Barranquilla en 1939 y murió en París en 1995. Fue novelista y cuentista. Entre su obras están los libros de cuentos Oriane, tía Oriane (llamado en un su primera edición Algo tan feo en la vida de una señora bien), El encuentro y otros relatos y Las fiebres del Miramar; y su novela En diciembre llegaban las brisas. El texto aquí reseñado hace parte de la antología Cuentos y relatos de la literatura colombiana (Tomo II), seleccionada por Luz Mary Giraldo.