Olivos y aceitunos, todos son unos

Abstract

Sobre la obra, Álvaro Pineda Botero dice (1999): ""Su trasfondo político y moral la caracteriza como testimonio e instrumento de la lucha partidista e ideológica, más que como obra de valor estético. Fiel al género costumbrista, se propuso representar lo que él consideraba el prototipo de la provincia colombiana, tomando elementos geográficos y humanos de la realidad. Invento, entonces, un territorio de características andinas, supuestamente localizado a diez días de viaje de Bogotá, al que da el nombre de Provincia de Chirichiqui, con una pequeña ciudad, La Paz, como su capital. Narra su fundación por conquistadores españoles, las encomiendas que funcionaron en su territorio y se refiere a las leyes que en beneficio de la población indígena dictara el presidente Andrés Díaz Venero de Leyva. Describe una topografía, un clima, un régimen de tenencia de tierras; aporta fechas, nombres y hechos de la historia; incluso inventa estadísticas, todo con un propósito didáctico y moralizante"" (231-232). Para los críticos, el costumbrismo es la característica más importante de la obra, aunque su expresión no sea de las más acabadas del periodo.