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Título : Dolores
Autor : Acosta de Samper, Soledad (Autor)
Palabras clave : Creación literaria;Novela;Literatura del siglo XIX
Editorial : Bogotá: El Mensajero
metadata.dc.description.notes: Análisis y sistematización de información: Gustavo A Bedoya S, profesor Universidad de Antioquia.Proyecto: 1500 obras de la literatura colombiana en el Sistema de Información de la literatura colombiana -SILC. Investigadora principal: Olga Vallejo M.Institución: CERLALC y Gestión tecnológica de la Vicerrectoría de Extensión de la Universidad de Antioquia, 2009-2010.
Resumen : Fue publicada con el seudónimo de Aldebarán, en doce entregas como folletín, en el diario El mensajero, en el año 1867, gracias al consejo del esposo de la autora, el prócer de la independencia José María Samper. La obra fue antologada dos años después, en 1869, junto con otras dos novelas de la misma autora: ""Teresa la limeña"" (páginas de la vida de una peruana)"" y ""El corazón de la mujer (ensayos sicológicos)"", además de un grupo de narraciones cortas que lindan entre el cuadro de costumbre y el cuento: ""La perla del valle"", ""Ilusión y realidad"", ""Luz y sombra (cuadros de la vida de una coqueta)"", ""Tipos sociales"" y ""Un crimen"". Dicha antología recibió el título: Novelas y cuadros de la vida suramericana, que se abre con aquellas dos referencias masculinas tan caras en su vida: una dedicatoria a su padre y una nota aclaratoria escrita por su esposo: ""Dos palabras al lector"", quien valida enteramente el trabajo de su esposa, además de presentarla en público como escritora a ella, quien hasta entonces tan sólo se había identificado con seudónimos. Además, exige la calidad del medio impreso, del libro y no del periódico, para que se encargue de hacer perdurar una obra que apunta hacia la cooperación y la actividad de la vida nacional. La novela también fue traducida al inglés. Someramente, se puede indicar que la novela posee una estructura sencilla. Está dividida en tres cortas partes que se abren con los títulos en mayúsculas sostenidas. Cada parte posee un promedio de 20 páginas, lo que nos da una novela muy corta, entre 58 y 60 páginas en la edición de 1988, dirigida por Montserrat Ordóñez y publicada por el Fondo Cultural Cafetero. Primera parte: esta primera parte y en sí, cada una de ellas, se abre con un epígrafe. En este caso, el autor es muy significativo: Víctor Hugo, el francés romántico por excelencia y heredero de las ideas de la revolución. En América se destacó y lo recogen como el representante del color local y de la visión del porvenir de las nuevas naciones. Su cita, dice más o menos: ""La naturaleza es un drama con personajes"". Además, la novela inicia con el aporte de uno de los personajes, Antonio, en medio de un diálogo. Es la narración de Pedro quien cuenta la singular historia de su prima Dolores a un narratario no identificado. Dicha narración es sencilla, no existen saltos bruscos en el tiempo ni en el espacio. La narración inicia unos días antes, cuando el narrador Pedro y su amigo Antonio llegan a N*** a las fiestas del lugar. La historia es sencilla, Antonio se enamora de Dolores y aunque en repetidas ocasiones intenta comunicárselo no alcanza a hacerlo de la forma correcta, para empeorar el panorama ingresa a la narración Basilio Flores, quien a pesar de no actuar hasta el momento, nos dan a saber que es un hombre sórdido de poco confiar. Debemos señalar que esa N*** con la cual se designa al lugar de los acontecimientos, parece indicar a Natagaima, que entre 1863 y 1866 era la capital del Estado Soberano del Tolima. Las coincidencias son significativas: tierra caliente, al lado del río Magdalena. Igualmente, es significativo señalar el uso de bastardilla para designar palabras de uso extranjero, pero más importante, para designar también palabras regionales, del folclore nacional. También es importante apuntar que la naturaleza en la obra es idílica. Segunda parte: El epígrafe que abre esta segunda parte es de Honoré de Balzac, quien se supone es el principal autor de la novela social, que tiene un origen romántico pero ya con una fuerte transición hacia el realismo. La cita dice: ""El dolor es una luz que nos ilumina la vida"", lo cual de entrada, nos indica el phatos, el tema del que se compondrá esta segunda parte y que originará en sí, la respuesta de los personajes en pro de la resolución final. La segunda parte es narrada igualmente por Pedro, quien después de dos meses, entre la primera parte y la segunda, estando ya en Bogotá, recibe una carta de Dolores. En sí, esta segunda parte está compuesta por tres largas cartas que Dolores le envía a su primo, donde le comunica algunos sucesos que han transformado su vida. El narrador cede su voz y entrega la narración a la trascripción íntegra de las cartas. En pocos casos el narrador interviene, y cuando lo hace tan sólo será para indicar los días o los meses que pasaron entre carta y carta. Básicamente lo que sucede se puede resumir en que, primero, Dolores descubre la existencia de su padre, quien aún está vivo después de haber fallado en el intento de suicidio. Éste hombre está enfermo, lo aqueja el mal de San Lázaro (refiriéndonos al mendigo de la parábola de Lucas XVI), es decir, es un leproso, un lazarino. A partir de su enfermedad, y con la idea de alejar a su hija de dicha maldición, se oculta lejos de los ojos de quien pudiera reconocerlo, pero de vez en cuando suele visitar a la tía de Dolores quien lo mantiene informado. Dolores lo descubre y siente mucho pesar, tanto por su padre, como por su suerte, ya que para la época además de ser considerada una enfermedad que se transmitía por herencia, aunque la medicina diga que se salta una generación, la lepra era considerada una especie de maldición divina. Esto hace que ella quiera retirarse, justamente en el lugar que se escogió en el capítulo anterior para una última visita con los personajes, y que quiera que su primo desconsuele a su pretendiente, pues ella se niega a hacer pasar a los demás por el mal que la aquejará, la descomposición física y moral. Es interesante los conocimientos de la autora y la forma en que expone los procesos mentales por los que pasa un enfermo terminal. Esto último hace que su amigo, Antonio, piense que su primo también está enamorado de Dolores y que se burla de él, lo cual cree reafirmar un día en que Pedro la visita. De allí el duelo y de allí también que don Basilio aproveche para hablar con los padres de la novia de Pedro y logre al final casarse con ella. Antes de terminar la segunda parte, los amigos vuelven a unirse. Tercera parte: Finalmente, esta tercera parte se abre con dos epígrafes. El primero de Vicente Maturana de Gutiérrez, un poeta y novelista español del siglo XIX, que dice: ""Sólo busco en la selva más lejana / Tétrico albergue, asilo tenebroso / No pisado jamás de huella humana"" y otro de Nicolás-Joseph-Laurent Gilbert, un poeta francés del siglo XVIII que dice: ""Muero, y sobre mi tumba, a la que lentamente llego, nadie vendrá a verter lágrimas"". Ambas darán cuenta de lo que la protagonista piensa acerca de su condición, es lo que siente, lo que debe hacer, buscar su lugar y esconderse para que nadie la llore, para que nadie sienta lástima. Esta parte, igualmente, posee la narración de su primo quien cede su voz también a la trascripción de dos cartas de Dolores, donde él intervendrá muy poco, para al final contar que a pesar de intentar encontrarse con su prima, lo único que encuentra entre sus libros, son sus escritos. En esas cartas está en sí, el testamento sentimental de Dolores, donde nos damos cuenta con el narrador de las desgracias que le ocurren, de sus penas, sus cuitas, de su estado emocional. A pesar de dicho estado, o más bien, gracias a ese estado, Dolores sufre una sed de lectura, una pasión por esos verdaderos amigos que pueden ser los libros, y Pedro se encarga de proveerla de ""algunos libros buenos"" (79). Pasan algunos años y luego de la muerte del padre de Pedro y de su estudio en Europa, Pedro vuelve a América, y antes de llegar a N*** se acerca a Bogotá donde asiste al matrimonio de Antonio con una distinguida señorita, Pedro inmediatamente le escribe a Dolores contándole la buena nueva que acelera el decaimiento moral, espiritual de la protagonista. Luego parte a N*** donde sostiene un diálogo trascrito en su narración con el sacerdote del lugar que lo hace partícipe de la tragedia, es decir, de la muerte de su prima. Finalmente, el personaje nos dice que: ""Entre sus papeles [los de Dolores] hallé un testamento a mi favor y varias composiciones en prosa y verso. He aquí algunos fragmentos de un diario que llevaba y que hacen comprender mejor su carácter y los horribles padecimientos morales que sufría, sus vacilaciones y su desesperación"" (82). En la novela tan sólo aparecen los fragmentos en prosa, no existe ninguno en verso, en total son nueve cortos fragmentos, tan sólo 4 o 5 páginas, firmadas desde el 23 de junio de 1843, hasta el 6 de septiembre de 1846.
Descripción : Véase esumen
metadata.dc.relation: http://www.lablaa.org/listado_literatura.htm
http://www.javeriana.edu.co/narrativa_colombiana/
URI : http://biblioteca.udea.edu.co:8080/leo/handle/123456789/4005
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