La barbería

Abstract

José Manuel Groot, de ascendencia holandesa, nació en Bogotá en el año 1800 y murió allí mismo en 1878. Además de pintor, historiador y caricaturista, era también periodista y escritor. Publicó artículos en diferentes periódicos y participó en la fundación de otros tantos. Su postura política y religiosa le valió el que los mismos curas lo tildaran de ""más papista que el Papa"". La barbería, texto escrito por Groot en 1858 y compendiado en 1934 en el libro Cuadros de costumbres, cuya selección estuvo a cargo de Samper Ortega, y en el 2005 en el libro Cuentos y relatos de la literatura colombiana, seleccionado por Luz Mary Giraldo, es, como él mismo lo dice, el rescate a través de un cuadro de costumbres de ciertos ""tiempos aristocráticos"" en los que el peluquero era un hombre bien criado, dado a la conversación con altos personajes acerca de temas en los que la política era mayormente uno de ellos. Groot, relata con buen humor y de manera detallada el caso del ""maestro Lechuga [,] peluquero de los virreyes, con quienes departía familiarmente, sin que por esto dejara de ser muy patriota"". A medida que el cuadro se desarrolla, encontramos la calle en la que está ubicada la tienda del maestro y, ya adentro, cada uno de los objetos que componen el instrumental y la decoración del rapista: las sillas de guadamacil, ""las navajas, las tijeras, peines"" y unas pinzas para arrancar dientes, ya que por aquellos días el barbero era también ""sangrador y sacamuelas"". Pero Lechuga no sólo atiende a gente de la alta sociedad, también acuden a su servicio campesinos y galleros, personajes en quienes el cabello no tiene ningún reparo para crecer. El peligro es que nuevas modas han empezado a llegar junto con barberos franceses, amenazando con su resplandor el oficio llevado a cabo hace tantos años por muchos otros además del maestro Lechuga. Transcurrido un mes, Groot, cuyo papel consiste en mostrar igualmente la nueva moda, acude a cortarse el pelo en la primera peluquería francesa que abre en la ciudad. Allí se encuentra con gente joven y conocida. Se avergüenza cuando piensa que al estar allí podría ser tildado fácilmente de vanidoso. Finalmente pasa por las manos de M. L., el barbero francés, quien en un momento le deja el pelo a las mil maravillas. Unos pequeños rizos que ha dejado el peluquero en el nuevo corte de Groot, le arrancan a éste una sonrisa cuando se ve al espejo.

El texto aquí reseñado se encuentra incluido en el libro Cuadros de costumbres, seleccionado por Samper Ortega, y en la antología Cuentos y relatos de la literatura colombiana (Tomo I), hecha por Luz Mary Giraldo.