La señorita Mula

Abstract

Adriano Granja Delgado nació el 15 de junio de 1951 en Santa Rosa de Sajia (Cauca). Es bachiller del Colegio Real Holandés y Folclorista Regionero del Instituto de Cultura de Cali. Se ha desempeñado como docente en los colegios Cardenal Sancha, Gremios Unidos y Colegio Superior Latinoamericano. También, Granja Delgado ha sido investigador etnográfico en la Casa de la Cultura Esmeralda en el Ecuador y director de la Casa de la Cultura del municipio de Guapi (Cauca).

La novela de Adriano Granja, ""La señorita Mula"", de corte mágico y fantástico, tiene lugar en las costas del Pacífico colombiano durante una evangelización realizada por una comunidad católica. El líder de la evangelización, Monseñor Yante, junto con otros religiosos son testigos de las transformaciones y actos increíbles de seres pertenecientes a las creencias afro-descendientes; sin embargo, los evangelizadores no creen en la autenticidad de esos seres, alegando que todos ellos son producto de las visiones producidas por bebidas alucinógenas. Finalmente la comisión evangelizadora se establece cerca de una playa, allí fundan un pueblo que será gobernado, de manera arbitraria e injusta, por Monseñor Yante. En ese pueblo se reúnen cuatro judíos poseedores de unos manuscritos que narran desde el génesis de la tierra hasta la venida de Jesucristo. Al reunirse estos personajes, el mandato de Monseñor Yante acaba y con él el pueblo que había fundado.

""La señorita Mula"", es una historia que reúne elementos del pensamiento mítico de los afro-descendientes colombianos asentados en la costa pacífica del país y elementos míticos del pensamiento judío-cristiano. Y a través de esos elementos la narración presenta el proceso de transculturación que puede traer la evangelización de un pueblo por otro muy distinto. También la novela realiza una queja social al mostrar cómo algunos grupos evangelizadores se aprovechan de la fe e ignorancia de los pueblos evangelizados para obtener riquezas, poder y placer.

En cuanto al aspecto formal, el tiempo de la narración es lineal sin anticipaciones o retrospecciones. La novela posee una voz que narra la historia desde afuera y conoce todo en detalle; además, cuando reproducen los diálogos entre los personajes se procura representar la manera de hablar de cada uno, es decir, las diferencias en el modo de hablar del afro-descendiente y del blanco evangelizador. Con lo anterior procura acercarse más a las diferencias entre de las dos culturas y los puntos en los que se mezclan.